Por fin ha llegado la nueva “Super bowl” de los mercados financieros, como así han denominado los analistas en EEUU a la presentación de resultados de Nvidia, que publicará sus datos hoy al cierre de sesión.
Las acciones de la compañía han subido más de un 200% en lo que va de año, lo que también ha alimentado su enorme impacto en los mercados bursátiles estadounidenses. Gran parte de las subidas del índice de referencia S&P 500 en lo que va de año han sido impulsadas por el repunte de Nvidia, y la volatilidad implícita de las opciones estima un movimiento del 8% en el precio de sus acciones tanto al alza como a la baja dependiendo del resultado, estimándose que podría tener incluso un mayor movimiento en los índices que los propios datos de empleo o de inflación.
Barclays va un punto más allá y lo define como el evento más importante en los mercados financieros en lo que queda de año, incluso superando las reuniones de la FED.
Los resultados del segundo trimestre de Nvidia rompieron todos los récords con 30,04 mil millones de dólares en ingresos, un crecimiento interanual del 122%. Aunque lo que es particularmente convincente es que este crecimiento se está acelerando en lugar de estancarse.
El crecimiento trimestral llegó al 15%, lo que demuestra un impulso continuo incluso a esta escala masiva. El segmento de centros de datos registró ingresos de 26.300 millones de dólares en el segundo trimestre, con un crecimiento del 154 % interanual y del 16 % intertrimestral, en estos momentos representa ahora aproximadamente el 88 % de los ingresos totales y todavía se encuentra en las primeras etapas de su trayectoria de crecimiento.
La empresa busca superar las expectativas del mercado por quinto trimestre consecutivo. Se espera que los beneficios por acción del trimestre sean de 0,74 dólares por acción, con unos ingresos de 33.070 millones de dólares. Esto representaría un crecimiento de los beneficios por acción del 85,14 % interanual y un crecimiento de los ingresos del 82,50 % interanual, respectivamente, lo que representaría otro trimestre de un crecimiento sólido.
Pero el crecimiento en el gasto de sus principales clientes como ha quedado demostrado en las publicaciones de Google, Amazon o Microsoft, podría suponer un nuevo impulso en sus ingresos que podría batir de nuevo las estimaciones. Aunque donde realmente esperamos una mejora importante es en las previsiones de cara a los próximos trimestres.
Centros de datos
Los chips de última generación, los denominados Blackwell ya están completamente reservados para los próximos 12 meses , incluso antes de que comience la producción en volumen, lo que podría impulsar un aumento significativo en las estimaciones de consenso actuales. La modernización de centros de datos es un punto a analizar puesto que hará aumentar la demanda de chips de Nvidia. Este será de hecho el último trimestre en el que no se contemplen los ingresos derivados por sus ventas pero si esperamos indicaciones sobre la demanda, y tendrá gran impacto en la evolución de las acciones.
De hecho, hay empresas que se han dedicado a construir fábricas que únicamente pueda producir estos nuevos chips, como ha sido el caso de Foxconn, que ha anunciado que va a construir la mayor planta de producción del mundo específicamente para fabricar los chips Blackwell de Nvidia, y ha calificado la demanda como algo tremendamente sorprendente.
La previsión de margen bruto de aproximadamente el 75 % demuestra el poder de fijación de precios y la eficiencia operativa de Nvidia, incluso mientras aumenta la producción de nuevos productos como Blackwell. Si bien se espera que los gastos operativos crezcan alrededor de 4300 millones y 3000 millones de dólares, esta inversión es necesaria y prudente para aprovechar la enorme oportunidad de mercado que se avecina.
Con 14.500 millones de dólares en flujo de caja operativo generado solo en el segundo trimestre, la empresa cuenta con amplios recursos para devolver el capital y, al mismo tiempo, seguir invirtiendo agresivamente en el crecimiento. De hecho, el consejo de administración de Nvidia ha autorizado un programa masivo de recompra de acciones por valor de 50.000 millones de dólares. Esto se suma a los 7.400 millones de dólares en recompras de acciones ejecutadas en el segundo trimestre y es una señal de que la dirección ve un valor significativo en las acciones incluso en los niveles actuales.
Otro de sus puntos positivos recientes es que acaba de entrar en el índice Dow Jones, lo cual favorecerá la entrada de nuevo capital en sus acciones de fondos que tengan como objetivo replicar su rentabilidad por lo que esas nuevas entradas podrían generar un nuevo impulso alcista en su valoración.
A nivel técnico la compañía se encuentra cotizando en un canal alcista de mínimos y máximos crecientes. En estos momentos rebotando desde la parte baja de dicho canal podría generar un potencial alcista en sus acciones que permita a la empresa llegar a superar los 165 dólares por acción.
***Manuel Pinto es analista de mercados