Los rebeldes liderados por el grupo militante islamista Hayat Tahrir al - Sham conducen una motocicleta en al -Rashideen (Siria).

Los rebeldes liderados por el grupo militante islamista Hayat Tahrir al - Sham conducen una motocicleta en al -Rashideen (Siria). Reuters

Mercados

¿Debemos esperar una repetición de la Primavera Árabe?

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El mundo ha tenido suficiente con la guerra entre Rusia y Ucrania, así como con el conflicto entre Israel, Hamás y Hezbolá, cuando de repente despertó un cisne negro aparentemente olvidado: Siria.

El 27 de noviembre, el grupo Hayat Tahrir al-Sham, respaldado por Turquía, lanzó una ofensiva contra posiciones del ejército sirio y, en cuestión de días, capturó Alepo y varias otras zonas del país.

En cuanto al porqué ahora, parece que todo se reduce a un perfecto timing: Rusia está absorbida por el conflicto en Ucrania, mientras que Irán se encuentra enfrascado en su enfrentamiento con Israel.

Rusia está absorbida por el conflicto en Ucrania, mientras que Irán se encuentra enfrascado en su enfrentamiento con Israel

¿Nos espera una Primavera Árabe 2.0? En efecto, los recientes acontecimientos evocan en muchos el recuerdo de las manifestaciones, levantamientos y rebeliones que sacudieron Túnez, Egipto, Yemen, Baréin y Libia y parte de Siria. 

Aunque es pronto para predecir que la historia se repita, no se puede descartar. Como han demostrado los sucesos de los últimos años, nada es imposible, y no precisamente en el buen sentido.

Si cae el gobierno de Assad, el radicalismo podría extenderse por toda la región. En el peor de los casos, además de una oleada de atentados, esto podría desencadenar intentos de cambio de gobierno.

¿Y los mercados qué? A juzgar por los nuevos récords del DAX y del S&P 500, no parece haber miedo a lo peor. Tampoco los mercados de materias primas, como el petróleo y el oro, muestran señales de una crisis.

Si cae el gobierno de Assad, el radicalismo podría extenderse por toda la región

Aunque el precio del petróleo ha subido a 74 dólares, no se debe tanto a los acontecimientos en Siria, sino a que la OPEP+ parece estar acercándose a un acuerdo para limitar la producción.

Además, EEUU ha impuesto sanciones a 35 empresas y buques que transportan petróleo iraní y podrían imponerse nuevas restricciones contra Rusia, lo que reduciría aún más la oferta en el mercado.

Pero ¿qué ocurriría si las tensiones se recrudecen? Para Europa no sólo podría significar una nueva crisis migratoria, sino también un desafío energético si, además de la caída del suministro de gas ruso, sube bruscamente el precio del petróleo.

Y todo ello en un contexto en el que Donald Trump planea iniciar una guerra comercial a gran escala con la UE. En definitiva, parece que 2025 no será un año fácil para Europa, ni mucho menos.

***Igor Kuchma es analista de Trading View.