La Bolsa de Nueva York en una imagen de archivo. Thomson Reuters
Wall Street maquilla las caídas semanales pero el S&P 500 y el Nasdaq igualan su peor racha en ocho meses
Ambos índices han caído en las últimas cuatro semanas.
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Wall Street subía en la apertura de la sesión de este viernes. Las alzas servían para maquillar las fuertes caídas que el parqué neoyorquino sufre esta semana, en la que ha aumentado el miedo a que Estados Unidos sufra una recesión como consecuencia de las políticas adoptadas por Donald Trump. El S&P 500 y el Nasdaq igual su peor racha semanal desde julio.
El Dow Jones subía un 0,39%, hasta los 40.960,88 puntos; el S&P 500, un 0,9%, hasta los 5.570 puntos, y el Nasdaq Composite, un 1,51%, hasta los 17.553,68 puntos.
Nvidia (+3,29%), Amazon (+1,73%) y JPMorgan (+1,6%) encabezaban las ganancias del Dow Jones. Al mismo tiempo, las mayores caídas eran las de IBM (-1,09%), Verizon (-0,97%) y Merck (-0,94%).
Así abre Wall Street
En líneas generales, eran las compañías tecnológicas y fabricantes de chips de gran capitalización las que tiraban del parqué neoyorquino. Además de la subida de Nvidia, destacaban las de Meta, que avanzaba un 1,6%; Apple, que sumaba un 0,5%, y Broadcom, que se revalorizaba 1,9%. Tesla recuperaba un 1,5% tras perder un 3% en la jornada precedente.
Los avances de este viernes atenuaban las caídas acumuladas esta semana. El Dow Jones se dejaba un 4,64% en su segunda semana consecutiva en negativo. Esta puede ser la pérdida semanal más abultada del índice desde marzo de 2023, cuando en cinco sesiones perdió un 4,44%.
La situación del S&P 500 y el Nasdaq es más delicada. Pierden un 4,32% y un 4,91% en la que es su cuarta caída semanal consecutiva. Dichas caídas suponen igualar las peores rachas negativas de 2024 y 2023. En el verano de ambos años sumaron cuatro semanas en rojo.
Para encontrar un periodo más negativo hay que retroceder hasta 2022, cuando la inflación estaba por las nubes y la Reserva Federal (Fed) comenzó a subir los tipos de interés para atajarla.
Entonces, en un momento en el que también se temía que Estados Unidos entrase en recesión y en el que las cotizaciones de las empresas tecnológicas se veían especialmente afectadas, el S&P 500 y el Nasdaq Composite sufrieron siete descensos semanales de manera ininterrumpida.
Estas últimas caídas han llevado al S&P 500 y al Nasdaq Composite a entrar en terreno de contracción, al perder más de un 10% desde los más recientes máximos históricos. Exactamente, el primero ha perdido un 10,2% desde que el 19 de febrero alcanzó niveles nunca vistos. La caída del segundo –en su caso desde mediados de diciembre- es del 14,4%.
El Dow Jones, por el momento, no les acompaña. El selectivo lograba frenar las caídas justo cuando cedía un 9,45%. En cuatro meses ha pasado de superar los 45.000 puntos a llegar a cotizar por debajo de los 40.900.
Wall Street se ha resentido las últimas semanas, en las que Trump ha impuesto aranceles a sus socios comerciales. O, si no los ha impuesto, ha amenazado con hacerlo. La última de todas ellas tuvo lugar este jueves, cuando el republicano sugirió gravar con unas tasas del 200% las importaciones de alcohol desde la Unión Europea (UE) si ésta no elimina sus aranceles al whisky estadounidense.
'Shutdown'
En plena guerra comercial, lo que sí que parece que Estados Unidos evitará es el cierre del Gobierno federal. El líder de la minoría demócrata en el Senado de EEUU, Chuck Schumer, aseguró este jueves que no bloqueará el proyecto de ley de financiación republicana que busca evitar el conocido como shutdown.
Los senadores se han enfrentado a una fuerte presión de sus colegas demócratas de la Cámara de Representantes y de defensores progresistas externos para mantenerse firmes contra esta resolución de financiación semestral para el Gobierno de Donald Trump, ya aprobada por la Cámara Baja el viernes por la noche.
Esto significa que es probable que el proyecto de ley obtenga los votos suficientes para superar el umbral de 60 sufragios y se apruebe por mayoría simple. Además, supone un cambio de postura por parte de Schumer, que había prometido recientemente que no permitiría su aprobación.
Los analistas de Renta esperan, “como en múltiples anteriores ocasiones, que se alcance un acuerdo dado el riesgo que supone no hacerlo”. Además, consideran “aconsejable avanzar en las partes del programa de Trump que sean impulsoras del crecimiento (reducción de impuestos, desregulación) para suavizar los temores a desaceleración que están despertando la implementación de aranceles y los recortes de gastos del DOGE”.
Los temores a una recesión hacen que los focos de Wall Street se fijen sobre el ánimo de los consumidores estadounidenses y, más concretamente, sobre la encuesta de la Universidad de Michigan. Se espera que el indicador sobre la percepción actual de la economía siga empeorando.
