Los resultados publicados por Iberdrola en los tres primeros trimestres de 2019 han mostrado una fortaleza positiva destacando una continua expansión hacia la generación de energía verde. El motivo del crecimiento de Iberdrola es el comportamiento positivo en términos operativos de sus líneas de negocio principales (Redes, Renovables y Generación y Clientes).
Uno de los mejores aspectos de Iberdrola es la diversificación de su negocio vía distintas ramas operativas. Iberdrola destaca por estar destinando grandes capitales para la expansión de su negocio de energías renovables, hasta 2662 millones de euros en 2019 en sus diferentes líneas de negocio renovable y en los distintos países.
En el corto plazo la acción ha sufrido por la inestabilidad política que podría afectar, siendo éste uno de los principales riesgos de la empresa. Recordemos que un Gobierno socialista aliado con Podemos podría llevar a cabo reformas para las eléctricas, reduciendo sus márgenes.
En referencia a la cotización de la acción, podemos comprobar el excelente comportamiento de Iberdrola desde hace 8 años. Continúa recuperando los niveles pre crisis financiera pero el comportamiento desde entonces le ha llevado a más que triplicar el valor de la cotización desde el mínimo de 2,60 euros.
Durante el año 2019 ha llegado a cotizar a niveles de 9,50 euros por acción aproximadamente con ligeras caídas en las últimas semanas. Hemos visto un doble techo en los 9,50 con caídas en las últimas semanas debido "a la incertidumbre que comentamos". Dados los 8,7 euros en los que cotiza el 2 de diciembre de 2019, debemos tener en cuenta como referencia a corto plazo el nivel de los 9 euros donde hizo una corrección previa a los máximos de este año para continuar la tendencia alcista.
En caso de continuar las caídas el siguiente nivel de control se situaría en torno a los 8,50 euros por acción. No descartamos una corrección hacia esta zona, siendo éste un buen nivel de entrada.