La labor del analista técnico, lejos de predecir hasta dónde puede moverse un precio, es monitorizar su evolución dentro de un escenario, de tal modo que, cuando el escenario cambie, estemos atentos para salir de él, ya sea por una toma de beneficio (antes de lo esperado) o por la ejecución de un 'stop loss' que limite las pérdidas. No hay otro modo de lidiar con la bolsa, puesto que el precio lo generan la oferta y la demanda y eso es algo que escapa a 'nuestro control'.

Dicho eso, ¿qué escenario manejamos en el Ibex 35 y qué límites marcamos para “bajarnos” de ese escenario? Observemos el primer gráfico, semanal, de más largo plazo. El Ibex desplegó, como se ve marcado por un (1), un canal bajista de larga duración, que finalizó en la zona aproximada de los 9.400 puntos. Tras ello dio paso a una típica fase lateral, sombreada en amarillo. Todas las fases laterales terminan con una ruptura o bien al alza o bien a la baja. En este caso, existen indicios de una posible ruptura al alza que apuntaría en dirección, por lo menos, de los 10.700 puntos.

En gráficos diarios podemos observar con más detalle esta posible ruptura. Inicialmente se produce con un hueco de cotización, algo típico en las rupturas, dando paso a unas semanas de indecisión. El hueco se ha 'rellenado', es decir, la cotización ha vuelto a la zona del hueco y se ha estabilizado en su límite en 9.500 puntos.

El nivel que fue anteriormente resistencia actúa ahora como soporte. Podríamos decir que, por debajo del 9.500, el escenario de ruptura al alza pierde validez. Ahora bien, dada la importancia que, a su vez, presenta la cota de soporte de los 9.400 puntos, podemos considerar éste como el último nivel de soporte admisible. Por debajo de los 9.400 puntos habría que 'bajarse' de este escenario y aceptar la vuelta a la situación lateral previa. Eso sí, mientras no se pierdan ni el 9.500 ni el 9.400, el escenario técnico sigue anticipando la ruptura de la estructura técnica anterior y una fase alcista hacia, por lo menos, los 10.700 puntos.