La euforia desatada en torno al bitcoin y las criptomonedas tiene un alcance que llega cada vez más allá de los mercados financieros en los que se negocian. Actualmente, y solo en España, este incipiente sector ya da empleo de forma directa a más de 1.200 trabajadores. Y eso que su adopción es todavía puramente testimonial.
El impulso que podría llegar al sector con la implantación del sandbox fintech, que después de dos años de retraso está dando sus primeros pasos, promete incrementar sensiblemente estas cifras. Y es que solo los primeros mimbres para la regulación del uso de las criptomonedas, que de momento se han centrado en aspectos fiscales, ya han ayudado a dar más visibilidad a la industria.
Los números que baraja la Asociación de Fintech e Insurtech de España (AEFI) contabilizan un total de 127 empresas de criptomonedas activas registradas en nuestro país. Y no se trata de negocios importados, ya que un 80% de estas son de origen nacional (101) y un 66% tiene su sede principal en España (84).
Un desfase que, según distintos estudios, se debe en parte a que algunas firmas locales han optado por arrancar su actividad en jurisdicciones más amables o claras con estas actividades, como Estonia.
La progresiva regulación de este sector se convierte, por tanto, en aliada de su crecimiento. Así lo consideran sin resquicio de duda desde firmas nacionales como Eurocoinpay, la fintech de criptomonedas fundada por el leonés Herminio Fernández en el año 2016. “Con una situación de igualdad jurídica, podríamos tener un crecimiento inimaginable”, aseguraba en una reciente conversación con este portal.
900 millones invertidos
De momento, en una situación menos favorable de la que ofrecen para el sector otros países de la Eurozona, la facturación estimada de estas compañías alcanzó los 328 millones de euros a lo largo de 2020. Además, estas empresas fueron destino de inversiones por parte de fondos e institucionales por más de 900 millones de euros en el año de la pandemia, según las cifras recopiladas por AEFI.
Una de las que ha recibido inyección de capitales de fondos internacionales a lo largo del último ejercicio ha sido la valenciana Criptan. A través de una ronda de financiación en la que participaron inversores como Draper B1, logró captar 500.000 euros hasta alcanzar una valoración de empresa de 5 millones de euros. Y, según ha podido saber Invertia, con tanta acogida que ya está planteándose una nueva además de su desembarco en México.
La patronal fintech confía en que la puesta en marcha de su esperado sandbox pueda traducirse en inversiones para toda esta industria por 1.000 millones de euros y la creación de hasta 5.000 puestos de trabajo. Unas cifras en las que las iniciativas relacionadas con criptomonedas podrían tener un protagonismo inesperado hace solo unos años, cuando este entorno regulatorio de pruebas comenzó a estudiarse en nuestro país.
En este sentido, la progresiva expansión de iniciativas vinculadas con el bitcoin y otras criptos, así como su creciente adopción como inversión por parte de la población, se están convirtiendo en motores que cada vez dinamizan más este sector. Tanto es así que, según ha podido confirmar este portal, varios de los 67 proyectos que se han presentado a la primera convocatoria del sandbox están relacionados con este universo.
Acelerar con el 'sandbox'
Desde la industria se apunta que uno de los grupos de empresas que más beneficio podría encontrar en el lanzamiento de este sandbox es el de las startups especializadas en la emisión, negociación, depósito y pagos con tokens y criptomonedas. Este marco regulatorio blando permitiría una mayor agilidad en el testeo de sus herramientas y aplicaciones para su posterior lanzamiento al gran público.
De momento, el terreno está más que abonado. Incluso antes de estos últimos episodios de fiebre inversora, España ya el cuarto país de Europa más receptivo hacia las criptomonedas. En la última lectura del Índice de Confianza Criptográfica de bitFlyer, un 68% de los españoles se mostraba convencido de que estas monedas digitales seguirán en uso dentro de diez años
En definitiva, según refrendan técnicos y empresarios, desde el sector se confía en contar pronto con este acelerador para su crecimiento y su potencial aportación para el conjunto de la actualmente debilitada economía española.