Europa sigue dando pasos para regular las criptodivisas. El acuerdo al que han llegado los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo establece normas más rigurosas para reforzar la protección de los inversores ante los riesgos asociados a las inversiones en estos activos y los esquemas fraudulentos.
"Los acontecimientos recientes en este sector han puesto en evidencia la necesidad de una regulación", ha señalado el ministro francés de Economía y Finanzas y presidencia de turno de la Unión Europea (UE) Bruno Le Maire, que ha puesto de relieve el papel del bloque para la creación de estándares digitales.
Esta regulación, que necesita aún el visto bueno del pleno de la Eurocámara y del Consejo para ser formalmente adoptada, pretende proteger las inversiones, preservar la estabilidad financiera y mejorar el atractivo del sector europeo de criptoactivos.
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Con ella, los legisladores europeos pretenden dotar de cobertura a los emisores de criptoactivos sin respaldo, fomentando las denominadas monedas estables -o stablecoins- y los centros de negociación de criptomonedas.
Esta regulación es la primera en el bloque, aunque existen precedentes en algunos Estados miembro. Su objetivo es mejorar la protección del consumidor que ahora tiene derechos muy limitados, especialmente si las transacciones se realizan fuera de la UE.
Manipulación
Esta norma obligará a los proveedores de servicios de criptoactivos a respetar estándares más rigurosos para proteger a los consumidores. Cubrirá los abusos de mercado vinculados a cualquier transacción o servicio, como la manipulación del mercado y las operaciones con información privilegiada.
Tendrán que implementar controles adicionales aquellos proveedores cuya matriz esté ubicada en la lista de la UE de terceros países considerados de alto riesgo para actividades contra el blanqueo de dinero. Lo mismo ocurre con las que estén incluidas en la lista de jurisdicciones no cooperativas a efectos fiscales.
Respecto a las stablecoins, la regulación obligará a los emisores a establecer una reserva lo suficientemente líquida para proteger a los inversores y éstas serán supervisadas por la Autoridad Europea Bancaria (EBA, por sus siglas en inglés).
El desarrollo de tokens referenciados a una divisa europea se limitará para preservar la soberanía monetaria de la UE. Los emisores de estos activos deberán tener un domicilio social en el bloque comunitario para garantizar la supervisión y el seguimiento de las ofertas. Con ello se busca proporcionar seguridad jurídica.
El acuerdo provisional establece, además, que los proveedores de servicios de criptodivisas necesitarán una autorización para operar en la UE, y las autoridades nacionales serán responsables de expedir las autorizaciones en un plazo de tres meses.
Los proveedores de servicios, además, estarán obligados a informar regularmente a la Autoridad Europea de Valores de Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés).
Tokens
Los tokens o activos digitales que representen objetivos reales, como arte, música o vídeos, se excluirán del concepto de criptoactivos. De hecho, el Ejecutivo comunitario deberá presentar en un plazo de 18 meses una evaluación y, si lo considera necesario, un marco para abordar los riesgos de este mercado.
Además, obligará a que los operadores del mercado declaren datos sobre su huella medioambiental, atendiendo a las normas técnicas que desarrollará la ESMA. Con esta información, la Comisión Europea elaborará un informe sobre el impacto ambiental de los criptoactivos para introducir normas de sostenibilidad en el sector.
Para evitar la duplicidad de competencias, esta nueva regulación no interfiere en la legislación antiblanqueo de capitales, aunque sí requiere que la EBA establezca un registro público de proveedores de servicios de criptodivisas que no cumplan con los requisitos.