Los grandes inversores españoles recomiendan tener solo un 2% de criptodivisas en cartera pese a su popularidad
Más del 30% sí que muestra su disposición a elevar su exposición en este tipo de productos en los próximos 12 meses.
Los grandes inversores españoles limitan el peso que están dispuestos a otorgar a los criptoactivos en sus carteras a una horquilla de entre el 1% y el 3%, a pesar del incremento de la popularidad que están registrando los activos digitales. Así se desprende de una encuesta realizada por WisdomTree.
De 50 gestores nacionales encuestados, que en total cuentan unos 62.500 millones de euros en activos bajo gestión, más del 30% muestra su disposición a elevar su exposición en este tipo de productos en los próximos 12 meses, tal y como explicó Adriá Beso, responsable de ventas y distribución en España de WisdomTree, en una presentación ante los medios.
Según ha señalado, el inversor profesional añade a las carteras para diversificar sus inversiones ante la caída de rentabilidad de los mercados, pero solo lo hace en las proporciones anteriormente mencionadas.
A pesar de que los gestores todavía mantienen cierta prudencia, ha detectado un cambio de tendencia respecto a ediciones anteriores de la encuesta. El año pasado, por ejemplo, el mayor interés por parte de los inversores profesionales residía en saber cómo ofrecer criptoactivos a los clientes que se los estaban demandando.
Ahora buscan aprovechar el momento de caída de precios de estos productos, cómo acceder a ellos y qué beneficios pueden obtener al incluirlos en su cartera.
El interés de los grandes inversores, va de la mano del de los minoristas. Según otra encuesta, en este caso de Funcas, un 12% de los jóvenes españoles de entre 18 y 29 años ha invertido en este tipo de activos.
La misma encuesta, en la que han participado más de mil candidatos, refleja que entre quienes han invertido en criptomonedas, el 71% ha dedicado a ello sumas por debajo de los 500 euros, el 22% entre 500 y 1.000 euros, y el 7% restante más de 1.000 euros.
Las criptodivisas ganaron popularidad tras el inicio de la pandemia y gracias a las fuertes revalorizaciones registradas en 2021. A finales del pasado año el bitcoin rozó los 69.000 dólares. Ahora, la criptodivisa con mayor capitalización del mercado cotiza por debajo de los 20.000 dólares. El ether -la segunda en discordia- ronda los 1.300 dólares.
El bitcoin acumula una caída de casi el 58% desde que comenzó el ejercicio, mientras que la del ether ronda el 64%. Todas ellas han sufrido fuertes descensos, provocados por las subidas de tipos de los bancos centrales, así como por el miedo a una recesión económica.
Las pérdidas también responden al colapso del ecosistema Terra y a las medidas adoptadas por varias empresas del sector como consecuencia del ‘criptoinvierno’ -un período prolongado de precios a la baja-, que han generado desconfianza entre los usuarios.
Ante las expectativas que había generado la esperada ‘fusión’ de la red Ethereum, el ether llegó a situarse en los 1.700 dólares. Desde que el pasado 15, cuando tuvo lugar el cambio de protocolo, la criptomoneda ha perdido un 15% de su valor. La bajada del bitcoin en el mismo plazo es del 3,5%.
“Una de las mayores divisiones que han surgido tras la 'fusión' de Ethereum es la discusión sobre si el uso de la energía en los criptoactivos es importante. Se ha convertido en un tema de debate en las últimas semanas”, explican los expertos de eToro.
“Muchas figuras a favor del bitcoin han expuesto la importancia de la intensidad energética”, subrayan los mismos analistas, quienes recuerdan que las previsiones apuntaban que la fusión reduciría el uso de la energía en un 97%.
Materias primas
Dejando a un lado el universo de las criptodivisas, la gestora WisdomTree ha detectado otro cambio de tendencias en las preferencias de los inversores profesionales de España. Se trata de las materias primas.
Además de mayor rendimiento, las firmas de inversión buscan utilizarlas como cobertura en un momento en el que la inflación ha alcanzado el 10% en la eurozona. La escalada de los precios pulveriza de nuevo todos los récords desde la creación del euro y multiplica por cinco el objetivo del 2% que ha establecido el Banco Central Europeo (BCE).
En este contexto, el 32% de los encuestados en España asegura que en los próximos doce meses tiene previsto aumentar su posición en materias primas en general, porcentaje que se eleva al 40% en el caso de las energéticas.