Desde que el pasado jueves se confirmó la compra de Twitter por parte del multimillonario Elon Musk, la criptodivisa dogecoin se ha disparado un 70%. En una semana ha llevado a doblar su valor, al subir un 100% ante las expectativas de que la operación se llevase a cabo.
La fuerte revalorización del dogecoin se explica porque el nuevo propietario de Twitter ha señalado en varias ocasiones que el activo digital podría utilizarse como base para las transacciones en la red social.
Fruto de estas subidas, el dogecoin ha llegado a superar los 0,125 dólares por primera vez desde el pasado mayo. Asimismo, ha catapultado al token al sexto puesto entre los criptoactivos por capitalización bursátil, por delante de otros como Cardano. La caída acumulada en el año se ha reducido por debajo del 30%.
Impulsor
No es la primera vez que el también CEO de Tesla ha influido en la cotización de este activo digital. El multimillonario, uno de sus principales defensores, anunció a finales de 2021 que la empresa automovilística permitirá usarla como medio de pago para la compra de ciertos productos.
Y así viene sucediendo desde principios de este año. La marca de perfume que Musk acaba de lanzar también puede comprarse con dogecoin. Del mismo modo, el nuevo dueño de Twitter ha usado la red social para alabar las cualidades de esta criptodivisa.
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La calificó, en un tuit, como “la criptomoneda del pueblo”. A pesar de que comenzó como una broma en las redes sociales, el dogecoin se ha convertido en una de los activos digitales favoritos de los especuladores.
Sin embargo, “los inversores deben tratar estos picos de precios con cuidado”, advierten en eToro. “Aunque es perfectamente concebible que el movimiento de Musk haya alterado el caso de inversión del token, si se mira a otras empresas como Tesla, la adopción ha sido limitada”, apuntan.
Pájaro liberado
Desde el pasado jueves Musk es propietario único de la red social Twitter. Ya ha dado sus primeros pasos en esta nueva etapa en la red con dos movimientos más o menos esperados: el despido de su cúpula directiva y su salida de la Bolsa de Nueva York, además de una nueva política de moderación de contenidos.
En la noche del jueves, Musk tuiteó "el pájaro ha sido liberado", lo que fue interpretado unánimemente como el anuncio de que la operación de compra de Twitter se cerraba por 44.000 millones de dólares, tras varios meses de vaivenes del imprevisible multimillonario, el hombre más rico del mundo.
Unas horas después, y sin hacer alusión a esta advertencia, Musk, que suele definirse como un "absolutista" de la libertad de expresión, anunció en su propia cuenta de Twitter que creará un "consejo de moderación de contenidos" en la plataforma, que se caracterizará por incluir "puntos de vista ampliamente diversos".
Otra de las decisiones de calado de Musk fue la de sacar a la compañía de la Bolsa de Nueva York, donde la compañía del pajarito dejará de cotizar el próximo 8 de noviembre, según una notificación trasladada este viernes al regulador bursátil.
En cuanto a la capitalización, Musk aspira a hacer de la red una gran plataforma para la publicidad, y emitió un mensaje específicamente destinado a los anunciantes, dando a entender que la publicidad tendrá mayor presencia en el futuro Twitter.