"Anunciaré con el ministro de Economía a finales de este mes el paso oficial hacia un tipo de cambio flexible", dijo hoy Abdelatif Juahri, gobernador del banco central Bank al Maghrib en una rueda de prensa posterior a la reunión trimestral de la entidad bancaria.
Juahri explicó que el sistema de flexibilidad adoptado por su país será gradual e insistió en que Marruecos cumple todos los requisitos para llevar a buen puerto esta medida con su control de la tasa de inflación, la solvencia de su economía y la fortaleza del sistema bancario.
Añadió que su país, a diferencia de otros como Egipto, no ha adoptado esta medida en tiempo de crisis, sino tras sopesarla y madurarla.
El gobernador del banco central aseveró que este paso no irá acompañado de una devaluación del dirham, aunque reconoció que esta decisión no estará "exenta de riesgos".
En este caso recordó que su país tiene una Línea de Precaución y Liquidez (LPL) de 3.470 millones de dólares, que fue otorgada a Marruecos el pasado diciembre, que no usará pero que le permitirá hacer frente a eventuales choques externos.
En una primera etapa, la flexibilización gradual del dirham mantendrá la actual estructura de intercambios comerciales basada en una cesta de divisas repartida en un 60 % para el euro y un 40 % para el dólar; así como se fijarán unos niveles inferiores y superiores de flexibilización de la moneda.
En un tipo de cambio flotante el valor de compra de la moneda nacional respecto a una o varias divisas extranjeras es fijado por el mercado, en lugar de ser establecido por el banco central.
La agencia Fitch subrayó recientemente que la flexibilización parcial del dirham tendrá un impacto "limitado" sobre el sector bancario del país dado que su exposición a las divisas es mínima en sus actividades dentro del país.