Por Jemima Kelly
El precio de un solo bitcoin alcanzó máximos históricos por encima de los 3.500 dólares esta semana, impulsando el valor de centenares de otras monedas digitales más pequeñas y nuevas. Ahora, algunos inversores temen que una gigantesca "criptoburbuja" esté a punto de explotar.
Este año, el crecimiento de este mercado apenas regulado no tiene precedentes, saliendo al mercado docenas de nuevas monedas todos los meses mediante instrumentos específicos (ICO, siglas inglesas para oferta inicial de moneda). Estas han adquirido valor casi instantáneamente, arrastrando a otros que estaban deseando subirse al carro y conseguir dinero fácil.
A principios de 2017, el valor total -o la capitalización bursátil- de todas las criptomonedas existentes era de unos 17.500 millones de dólares, con el bitcoin copando casi el 90 por ciento del mercado, según datos de la compañía CoinMarketCap.
Ahora ronda los 120.000 millones de dólares -cerca del valor de Goldman y el RBS juntos- y el peso del bitcoin ha caído al 46 por ciento.
Bitcoin Cash, un clon del bitcoin que un grupo rival de desarrolladores segregó del original la semana pasada, cobró un valor de unos 12.000 millones de dólares menos de 24 horas después de que debutase en bolsa.
"Han creado valor de la nada", dijo Rob Moffat, socio de Balderton Capital, una compañía de capital de riesgo con sede en Londres que tiene el foco en el sector tecnofinanciero (fintech). "No hay fundamentos detrás de esto -todo está basado en la percepción pública, así que podemos empezar a ver fenómenos realmente extraños".
Para ver un gráfico interactivo de Reuters de las mayores criptomonedas, haz click en: http://tmsnrt.rs/2gWgyLc?eikon=true
Las criptomonedas -llamadas así porque hay que hacer uso de la criptografía para que las transacciones se realicen de forma segura- permiten transferencias anónimas entre usuarios sin la necesidad de bancos o bancos centrales. Utilizan una tecnología denominada "blockchain" -o cadena de bloques-, un sistema de registro y procesamiento que garantiza que las monedas digitales no pueden ser copiadas y gastadas más de una vez.
El multimillonario estadounidense Howard Marks compara este mercado con la burbuja de Internet de principios de siglo, cuya muerte él mismo predijo. Dijo en una carta que las monedas digitales eran "una moda infundada... basada en el deseo de dar valor a algo que tiene poco a nada detrás y por lo que la gente pagará dinero".
Sin embargo, los defensores de las criptomonedas dicen que 2017 es solo el principio. Esgrimen como argumento la naturaleza finita de estas monedas -nunca habrá más de 21 millones de bitcoins, por ejemplo- y también que la innovación tecnológica que las sustenta asegurará su valor duradero.
"La idea de que esto sea una burbuja es estúpida. Estamos en la mitad de la primera parte", dijo Miguel Vias, de Ripple, la tercera criptomoneda más grande, que antes dirigió el área de metales preciosos y opciones sobre metales en CME Group.