Bitcoin y ethereum: el arriesgado rally que te estás perdiendo por no entrar en criptomonedas
Las criptomonedas son el activo estrella de este 2017 que ya toca a su fin. La escalada de precios del bitcoin y la mayoría sus rivales no está exenta de altibajos y polémica, pero ya alcanza ganancias de más del 4.000% en el ethereum. Mientras tanto, las Bolsas comienzan a sufrir mal de altura y los bonos mantienen agotado su potencial alcista.
Tanto el bitcoin como el ethereum cotizan ahora en máximos históricos y los analistas que más de cerca siguen su evolución señalan que, a pesar de la fuerte volatilidad a la que están sometidos, la recurrente entrada de dinero inversor augura más ganancias a medio plazo. Una senda que, advierten, solo podría ser truncada con una ola de prohibiciones de uso o aceptación para ciertas operaciones al estilo de lo que ya ha ocurrido en China.
Esta semana, el bitcoin ha superado por primera vez desde su nacimiento los 8.000 dólares. Cuando empezó el año, la más reconocida y difundida de entre las criptomonedas, apenas alcanzaba los 960 dólares por unidad. En otras palabras, en estos 11 meses y medio, la divisa digital se ha disparado un sonoro 737%. Un porcentaje que gana fuerza si se compara con el 18% arriba que acumula el Dow Jones en este ejercicio en el que también ha tocado máximos históricos por encima de los 23.000 puntos.
Aunque la evolución del bitcoin es la más seguida y analizada, mucho más notable es la escalada que se ha apuntado la segunda moneda del ranking. El ethereum ha pasado de venderse por 8,00 dólares a no comprarse por menos de 330 billetes verdes estadounidenses. Un vertical repunte que se construyó sobre todo entre los meses de mayo y junio, cuando comenzaron a alzarse las primeras voces alertando de una posible burbuja en su antecesora.
LOS BANCOS DE SIEMPRE PREFIEREN ETHEREUM
El hecho de que ethereum y no otra criptomoneda haya sido la opción más buscada por los inversores en este año nace del interés que ha despertado entre las entidades de crédito tradiconales frente a las críticas y desprecios que el bitcoin ha recibido de gigantes como JP Morgan y Credit Suisse, por citar solo a dos de los más recientes. Si bien las dos se fundamentan en sistemas descentralizados, el hecho de que la más pujante este año no se base en procesos compartidos, es lo que la ha situado en el blanco de los gigantes de la industria y en el radar de muchas carteras. En este sentido, no hay que olvidar que grandes firmas de banca de inversión de todo el mundo, entre ellas el Santander, han sumado fuerzas para el lanzamiento de proyectos piloto en cuanto al uso de este sistema para fijar órdenes de pago e historiales de transacciones.
La parte que sí tienen en común, al igual que el grueso de su familia, está en la tecnología de cadena de bloques o `blockchain¿ que permite su emisión finita mediante la resolución de problemas logarítmicos por parte de los procesadores de cálculo de los ordenadores. Este proceso, que se conoce como minería, ha pasado de la sencillez de los primeros estadios de estas divisas digitales a requiere una potente capacidad informática y energética inasumible ya para usuarios convencionales y a cambio de una recompensa económica mucho menor que en su origen. Dos factores que hacen que la entrada en este mercado mediante procesos de minado resulte compleja y con frecuencia poco accesible y conveniente.
Mientras las valoraciones de las criptomonedas siguen engordando, también lo hace la lista de países e instituciones que advierten de sus muchos riesgos o incluso las prohíben. Dos son los motivos fundamentales de estas advertencias y vetos: ningún organismo, entidad, mercado oficial o persona responde de ellas ni les concede respaldo formal, además de que la difícil trazabilidad de las divisas y las operaciones con ellas realizadas abre la puerta a robos y suplantaciones imposibles de denunciar y revocar al igual que facilitan su uso en negocios al borde -o más allá- de la legalidad.
¿PENSANDO EN ENTRAR?
La misma Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha lanzado esta semana una advertencia sobre la participación de inversores en operaciones corporativas de captación de capitales en criptodivisas. Una llamada a la atención que se produces semanas después de que elBanco Popular de China directamente decidiera prohibir este tipo de operaciones alegando al posible blanqueo de capitales por algunos usuarios, la volatilidad de la moneda fuera de su propia ratio de alcance y la posibilidad de estafas masivas, entre otros argumentos. De momento, el uso del bitcoin y sus comparables está vetado o fuertemente restringido en China, India, Rusia, Suecia, Islandia, Bangladés, Bolivia, Ecuador, Tailandia y Vietnam.
En España, la tenencia de criptomonedas y su uso no está regulado por ley, sino que se vale de una suerte de vacío legal que hace que sus inversores tampoco cuenten con respaldo ni amparo de ningún tipo para sus carteras en estos activos. Además, ninguna plataforma de negociación de las más usadas a escala global tiene su sede en el país, donde el uso aún es muy escaso pero creciente sobre todo entre la población más joven, como señala Raza Pérez, director de producto de la fintech Ayondo. Esta plataforma, de origen alemán, permite apostar por el bitcoin -y en breve lo hará por otras cinco monedas digitales- mediante contratos por diferencia (CFD) que permiten una inversión muy inferior a la que supondría la compra efectiva, si bien el riesgo de pérdidas es también superior al de la propia inversión inicial por la naturaleza de estos productos derivados.
El experto en la materia Albert Enguix, gestor de GVC Gaesco Gestión señala que ¿cerca de un 95% de las personas que están en bitcoin no tienen la más mínima idea de su funcionamiento¿, sino que invierten por especulación y previsiones de uso y valoración alcista que, de momento, no solo se materializan en su segunda vertiente. Esto habría provocado un sobrecalentamiento de la moneda por puro efecto llamada y no a consecuencia de un mayor uso o demanda para la economía real, lo que sería síntoma de una apreciación más sana y consistente, explica. Un ejemplo de manual del ¿efecto manada¿ contra el que tantas veces ha advertido el magnate Warren Buffett, conocido como `el Oráculo de Omaha¿ por el acierto que habitualmente ha demostrado en sus inversiones.
La llamada se ha repetido con una reciente especulación que facilitaría a muchos inversores deseosos de subirse al rally del bitcoin, pero con descuento. Desde el portal Coinbase, la empresa de bitcoins más grande del mundo, se ha difundido que una posible actualización del sistema que soporta la criptomoneda daría lugar a una partición en dos de cada una de las existentes, facilitando una mayor liquidez gracias a la consecución de unos precios por unidad de negociación más asequibles. El esperado `split¿ aún no ha llegado pero los rumores en contra y a favor de esta medida han provocado en las últimas sesiones unos bandazos de varios miles de euros por bitcoin que a pesar de su continuado rally siguen advirtiendo de la fragilidad de la valoración del que algunos incluso han llegado a nombrar como oro digital identificándolo con un refugio ante la escasez de rentabilidades del mercado y el temor a una burbuja global.