El BCE y cinco bancos centrales más inician los trabajos para justificar el lanzamiento de su moneda digital
- La iniciativa, surgida junto al BIP, supone un paso más hacia la creación de nuevas divisas digitales
- La Fed estadounidense y el banco central chino no participan en este grupo de trabajo
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La crisis forjó unas alianzas sin precedentes. Las urgencias del momento, en los peores tramos de 2007 y 2008, empujaron a varios bancos centrales a actuar de manera coordinada para plantar cara a los desafíos de una crisis sin precedentes. Más de una década después, y precisamente por las huellas dejadas por esas colaboraciones, los bancos centrales siguen dispuestos a caminar justos si los desafíos lo merecen. Y según parece, el de las divisas digitales alcanza esa categoría.
Según han difundido de manera conjunta este martes, seis bancos centrales, junto al Banco Internacional del Pagos (BIP), unirán sus fuerzas en "un grupo para intercambiar experiencias al tiempo que estudian los posibles argumentos que justificarían la emisión de moneda digital del banco central (CBDC, por sus siglas en inglés) en sus respectivas jurisdicciones". Las seis entidades son el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el Banco de Suecia y el Banco Nacional de Suiza.
Es decir, una lista en la que figuran varias de las principales instituciones monetarias del mundo. Eso sí, hay sonoras ausencias. Principalmente dos: la Reserva Federal y el Banco del Pueblo de China, respectivamente los bancos centrales de EEUU y China.
Según reconocen en su comunicado las entidades implicadas, "el grupo se coordinará estrechamente con las instituciones y foros pertinentes, en particular con el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) y con el Comité de Pagos e Infraestructuras del Mercado (CPMI, por sus siglas en inglés)". O lo que es lo mismo, supone un paso adicional hacia la creación de monedas digitales por parte de los bancos centrales y, por extensión, un reconocimiento cada vez más claro del papel protagonista que estas divisas desempeñarán en el futuro.
Los bancos centrales, que en un primer momento miraron con recelo a las iniciativas surgidas hace una década, como bitcóin, negando su condición de divisa o advirtiendo sobre su uso en actividades ilícitas o de blanqueo de dinero y sobre la ausencia de regulación, están dando ahora pasos cada vez más firmes para sumarse a ese futuro con sus propias monedas.
El grupo anunciado este martes estará presidido conjuntamente por Benoît Cœuré, director del Hub de innovación del BIP y miembro del Comité Ejecutivo del BCE hasta diciembre de 2019, y Jon Cunliffe, subgobernador del Banco de Inglaterra y presidente del CPMI, y "contará con la participación de representantes de alto nivel de las instituciones que integran el grupo".