Tal y como se esperaba, el euro tocó este martes la paridad frente al dólar. Aunque luego rebotó con relativa fuerza, la divisa comunitaria cayó a niveles no vistos desde 2002 lastrado tanto por el creciente temor a una recesión en la zona euro, como por el retraso en la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) respecto a la Reserva Federal de EEUU (Fed).
Bancos, casas de análisis y diversos expertos señalan que las posibilidades de que tenga lugar una recesión en Europa son mayores que al otro lado del Atlántico debido a la crisis energética que azota al Viejo Continente. Si finalmente la economía de la eurozona termina descarrilando, las previsiones también coinciden en situar al euro en los 0,95 dólares.
Los expertos de Goldman Sachs explican que, de producirse, una recesión en EEUU sería “bastante superficial”, mientras que el cese total del suministro del gas en Europa podría resultar en “una caída mucho más significativa” en el producto interior bruto (PIB) de la zona del euro.
Según su análisis, basado en datos de los últimos 20 años, un a caída de un punto porcentual en las expectativas de crecimiento del bloque tiende a provocar una caída del 2% en el ‘par’. De esta forma, el euro podría caer otro 5% desde la paridad.
Curiosamente, apuntan estos expertos, la relación es mayor para las rebajas de crecimiento que para las revisiones al alza. En su opinión, esto refleja el rasgo de valor refugio de la divisa estadounidense. De hecho, apuntan que el euro también tiende a caer -en torno a un 1,5%- cuando son las expectativas de crecimiento de EEUU las que disminuyen.
Recesión
El miedo a que una recesión económica tenga lugar en la eurozona se ha incrementado en los últimos días, de la misma manera que han crecido las preocupaciones por la situación energética.
El gas natural TTF, el de referencia en Europa, ha subido con fuerza en la última semana, en víspera del cierre por mantenimiento del gasoducto Nord Stream 1. Desde los mínimos registrados en junio la subida es del 135%. Su precio ha llegado a tocar los 175 euros por megavatio hora (Mwh).
“Ese entorno de mayor debilidad genera que ahora mismo el euro/dólar se encamine hacia la zona de 0,9985. Ese sería el siguiente objetivo ahora mismo”, explica Javier Molina, portavoz de eToro en España.
El banco japonés MUFG Bank cree que las limitaciones en el suministro de energía ponen en aprietos al BCE para seguir con la hoja de ruta marcada y advierten de que “la debilidad del euro podría acelerarse por debajo de la paridad para operar entre 0,95 y 1 dólar”.
El BCE ya ha repetido en varias ocasiones que elevará los tipos de interés 25 puntos básicos en julio, mientras ha dejado la puerta abierta a una subida superior -incluso de medio punto- en su cita de septiembre.
El mercado espera que en el conjunto del año la entidad haya subido sus tasas 100 puntos básicos. Sin embargo, estos expertos creen que el instituto emisor “defraudará” por los riesgos a la baja para el crecimiento de la eurozona.
Fragmentación
Los analistas de Bank of America van un paso más allá y esperan que el BCE deje de subir tipos el próximo ejercicio -tras incrementarlos 150 puntos básicos este- debido a las preocupaciones sobre el crecimiento y las primas de riesgo, términos de intercambio peores y su exposición a la economía China.
Por el contrario, esperan que la Fed aumente los tipos en otros 175 puntos básicos durante el resto del año, para terminar el ejercicio con el precio del dinero en el rango de entre el 4% y el 4,25%.
“Es probable que los riesgos de fragmentación financiera impidan al BCE hacer ajustes más agresivos a pesar de las fuertes sorpresas que está dando la inflación”, apuntan. Por ello, se muestra “cauteloso” con el euro/dólar.
No ven “soluciones fáciles” y advierten de que el nivel de los rendimientos de los bonos de los países de la periferia de la eurozona "pueden seguir siendo un problema incluso si el BCE logra mantener los diferenciales en los niveles actuales”. La prima de riesgo de España se encuentra en la actualidad por debajo de los 110 puntos básicos.
Riesgos
En ING hacen un análisis sobre las correlaciones entre la bolsa, los tipos de interés y el ‘par’. En él, consideran que la renta variable podría sufrir un nuevo descenso del 10% en un contexto en el que “los efectos de la guerra de Ucrania se están notando mucho más en Europa que en Norteamérica”.
Si el retraso del BCE respecto a la Fed se acentúa en 25 puntos básicos sitúan al euro cerca de los 0,98 dólares. Pero si la Fed actúa más agresivamente o el ala más dura del BCE “se ablanda”, estiman que la divisa comunitaria caerá hasta los 0,95 ‘billetes verdes’.
Entre los más optimistas con el euro se encuentra J. Safra Sarasin SAM, que, a pesar de haber rebajado sus proyecciones, sitúa al euro en los 1,05 dólares a final de año. “La creciente probabilidad de que los flujos de gas procedentes de Rusia sean limitados durante la segunda mitad del año constituye un importante riesgo a la baja” para sus previsiones.