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En su discurso de fin de año, el jefe del Ejecutivo asturiano se ha referido así a la posibilidad de que se aplique la exigencia del cese de actividad de todas las minas españolas carboníferas que sean deficitarias.

Fernández ha vinculado esta situación con la del conjunto de la industria asturiana para advertir, sin "mirar para otro lado" ni hacer "catastrofismo", de que su futuro depende de las decisiones que se adopten para minimizar sus debilidades, potenciar sus fortalezas, neutralizar los riesgos y aprovechar las oportunidades.

Pese a que, ha subrayado, los datos que constatan que el Principado "va por buen camino y consolida su mejora", como presidente se siente obligado a tener una posición "clara y definida" sobre la supervivencia del fortaleza industrial.

Para garantizarla, ha apuntado, es imprescindible contar con un suministro eléctrico "competitivo, estable y predecible", un objetivo que "no es compatible" con el cierre "precipitado" de las centrales térmicas planteado por la empresa Iberdrola.

"No seré yo quien diga que no debemos hacer políticas que corrijan el cambio climático, que combatan el calentamiento global. Hablo de que se aborde la transición energética con responsabilidad, evitando errores que deriven en riesgos para la seguridad, continuidad, calidad y costes del suministro", ha apuntado.

Fernández ha pedido "rigor" y evitar dar "pasos en falso" dado que "ir más allá de los compromisos adquiridos supondría un inasumible aumento del precio de la electricidad" lo que colocaría a la industria del Principado "en una muy complicada situación".