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Las últimas declaraciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) arrojaron luz sobre la posibilidad de que los precios puedan ir escalando posiciones hacia alcanzar niveles de estabilidad y consolidación, pero sin que eso suponga un respiro importante y que haga que sigan con esa proyección que les permita crecer hacia resistencias secundarias. Por ahora, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, ha despedido marzo en los 68 dólares. Las decisiones de los bancos centrales han marcado marzo. Entre ellas, la de la Reserva Federal de EEUU, que ha descartado subir los tipos en 2019, con lo que la renta variable respira tranquila.

Técnicamente podemos observar una trayectoria interesante en el corto y medio plazo en el Brent, con lo que se ve un crecimiento en la evolución y en el interés por los precios. Pese a los impulsos en los que nos encontramos, los precios se acercan hacia la media de referencia de 200 sesiones (resistencia importantísima de medio plazo). Por otro lado, vemos que los precios en los que cotiza dicha media coinciden con el 50% del Fibonacci bajista del último retroceso.

Las medias principales están cruzadas a la baja y eso supone una tendencia bajista de medio plazo que le va a costar superar. Podría hacerlo siempre que supere en las próximas sesiones los niveles de 69 y 70 dólares, respectivamente. El lado negativo es que a medida que los precios aumentan se ve mayor acumulación de papel (dinero vendedor), lo que supone un obstáculo para ver ese posible cambio de tendencia.

Lo que no se espera es que haya volatilidad en el corto y medio plazo, hasta que no haya nuevos comentarios por parte de los bancos centrales o la OPEP.

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