La crisis entre Ucrania y Rusia sube un 10% el precio del trigo en dos semanas
El último pulso entre ambos países espolea el precio de este alimento básico, que ya se había encarecido un 53% desde el estallido de la pandemia.
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El trigo se ha convertido en rehén del conflicto entre Ucrania y Rusia. Ambos países se cuentan entre los principales productores del cereal a escala mundial y su enfrentamiento no hace más que abonar la galopante subida de precios que venía acumulando desde el estallido de la pandemia. Solo en las últimas dos semanas se ha encarecido un 10%.
Aunque el alto el fuego oficial sigue vigente entre ambos países, lo cierto es que la escalada de tensión bélica no deja de tener repercusiones en los mercados. Más especialmente en el de materias primas por el papel determinante que desempeñan los contendientes, ya sea por su capacidad productiva o de distribución hacia Europa Occidental y otras regiones.
En el caso del trigo, ambos países suman cerca de una tercera parte de las exportaciones mundiales de este alimento básico, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Una porción demasiado elevada como para que los riesgos que ahora pesan sobre su futuro no hubieran tenido repercusiones en su precio.
La clave: el Mar Negro
Solo en las últimas dos semanas, el precio del trigo en la Chicago Mercantil Exchange (CME) -la principal bolsa de negociación de derivados sobre materias primas- se ha disparado un 10,3%. En este tiempo, los contratos de futuros a más corto vencimiento sobre el cereal han pasado de rondar los 745 centavos de dólar a alcanzar los 822 centavos.
Una nueva escalada de precios a sumar a la imparable trayectoria alcista que dibuja su gráfica de cotización desde el estallido de la pandemia. Antes de que la Covid-19 traspasase las fronteras de China, cada uno de estos contratos sobre el trigo se pagaba a solo 522 centavos. El auge es de nada menos que un 57,5% hasta las cotas alcanzadas en los últimos días.
El riesgo no está solo en el estallido de un conflicto armado, sino en los efectos que cualquier establecimiento de sanciones cruzadas entre ambos países y sus socios podrían suponer para el mercado mundial de grano. Y no solo eso, sino que un eventual despliegue militar o un mayor control fronterizo y aduanero en la región podría tensionar aún más los cuellos de botella entre oferta y demanda registrados desde hace meses.
Aquí la clave está en los puertos del Mar Negro, que son las grandes plataformas desde las que tanto Rusia como Ucrania envían buena parte de sus exportaciones de trigo a todo el mundo. Y no solo ellos, sino que también lo hacen Rumanía y Kazajistán, que son vecinos de los contendientes y también figuran entre los principales productores mundiales de este cereal.
La creciente preocupación por los efectos que el pulso entre en Moscú y Kiev puedan tener en la disponibilidad de trigo a medio plazo también se dejan notar en los volúmenes de contratación de estos contratos de futuros. De los 44.703 negociados en la última sesión del año pasado hasta los 147.663 de este martes en los de más corto vencimiento.
El incremento de estos contratos alcanza, por tanto, el 230% en estos primeros días del año marcados por la tensión desatada en Europa del Este. Dicho de otra manera, los volúmenes se han más que triplicado en un espacio tan pequeño de tiempo.
Máximos de 10 años
Cada uno de estos contratos negociados en CME es por 5.000 bushels de trigo, una unidad de medida que viene a corresponder a algo más de 27,21 kilos. No obstante, los precios indicados en las pantallas de contratación del parqué chicagüense son por cada uno de estos bushels.
El analista Diego Morín, de IG, señala que el rebrote de las tensiones en Ucrania ha supuesto el detonante para unas subidas de precio que no se veían venir con tanta fuerza debido a "un aumento de la producción de trigo mundial para la temporada 2021-2022", si bien Rusia ya había adelantado que moderaría sus exportaciones para mantener a raya el encarecimiento de esta materia prima dentro de sus fronteras.
Las últimas subidas de precio en los contratos con vencimiento en mayo ya apuntan hacia la consecución de máximos de la última década. Eso se traduce en un probable ascenso hacia la resistencia técnica que, según el experto, marcan los 875 centavos de dólar. Una cota cuyo asalto supondría un encarecimiento de otro 9% desde su cotización actual.