Leche, café, azúcar, trigo, avena, cacao o zumo de naranja. Todos estos alimentos podrían formar parte de cualquier desayuno. Pero también son materias primas que cotizan en los mercados y cuyos precios se han disparado, de media, un 46,5% en dos años, según reflejan los datos recogidos por EL ESPAÑOL–Invertia.
Las materias primas se negocian en los mercados a través de contratos de futuros, que obligan al tenedor a comprarlas o venderlas a un precio pactado en una fecha futura determinada. Y aunque los precios ya aumentaban antes de febrero, la invasión de Ucrania por parte de Rusia supuso un auténtico shock.
En Chicago, Londres o París -y desde el trigo al níquel-, la mayoría de las materias primas se dispararon en pocos días. La situación de guerra y el cierre de fronteras en Ucrania, además de las sanciones económicas a Rusia, eliminaron de la ecuación a dos de los principales exportadores mundiales de productos básicos.
Nunca antes el trigo había sido tan caro como lo fue tras el inicio del conflicto. Ahora su precio se sitúa en torno a los 8,10 dólares por bushel, una unidad de medida equivalente a unos 14,5 kilos. La cotización del este grano se ha relajado en los últimos meses, mientras se recogen las cosechas en el hemisferio norte.
La reanudación de las exportaciones desde Ucrania a través del Mar Negro y las mejores perspectivas de producción en Canadá y Estados Unidos también han aliviado las tensiones sobre esta materia prima. En cualquier caso, la subida en los dos últimos años es del 51,75%. El encarecimiento de la avena, del 43,75%, es algo inferior.
Otro de los componentes típicos del desayuno, sobre todo en fin de semana, es el zumo de naranja. Su precio se mide a través de los futuros de jugo concentrado y congelado, que han repuntado un 50,3% desde septiembre de 2020. El cacao, ahora en los 1.784 dólares por tonelada, se ha revalorizado menos de un 2%.
Por el contrario, la mayor subida la registra el café. Su precio se ha incrementado un 70,45%, hasta los 2,25 dólares por libra, equivalente a algo menos de medio kilo. Hace dos años, los futuros cotizaban en torno a los 1,32 dólares.
En el mismo periodo, la subida de la leche -medida según la leche en polvo desnatada, uno de los estándares mundiales- es del 56,7%. La mayor demanda y los recortes de producción de grandes potencias del sector, como Nueva Zelanda o Estados Unidos, explican el alza.
El uso de la caña de azúcar para fabricar etanol, en lugar de para azúcar refinada, es la principal razón del encarecimiento del azúcar, el último ingrediente del café con leche. El precio de este edulcorante sin refinar se ha incrementado un 50,6% desde septiembre de 2020, mientras que el de su versión procesada ha subido casi un 64%.
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A pesar de que los precios son ahora más elevados que hace dos años, todas estas materias primas se encuentran lejos de los máximos que registraron durante el segundo trimestre del año.
La caída de sus cotizaciones ha provocado que los precios de los productos alimenticios descendieran en agosto por quinto mes consecutivo, según el índice de precios de los alimentos elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Más allá de las materias primas y los mercados internacionales, los productos utilizados en España en un desayuno típico también son ahora más caros que hace dos años.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre julio de 2020 y el mismo mes de 2022 -los últimos datos disponibles- el precio del pan ha aumentado un 15,43%. La leche y los cereales se han encarecido más de un 20%; el café, el cacao y las infusiones, un 12,3%; las frutas frescas, un 18,1% y el azúcar, un 7,8%.
De forma general, la subida de los precios de los bienes y servicios que consumen las familias españolas fue del 10,4% en agosto, todavía en niveles históricamente muy elevados a pesar de moderarse cuatro décimas respecto a julio, según el índice de precios al consumo (IPC) elaborado por el mismo organismo.