El cobre sube un 12% en 2023, el doble que el oro, y disipa el miedo a una recesión
La evolución del precio del metal industrial es interpretada como un indicador de la salud de la economía mundial.
Tanto el precio del cobre como el del oro se ha elevado con fuerza en este inicio de 2023. Sin embargo, la subida del metal industrial, del 12%, dobla la escalada del metal precioso. La relación entre ambas materias primas puede ser interpretada como una señal de que la temida recesión económica global se aleja.
“La relación entre el cobre y el oro es un termómetro del mercado que mide el apetito por el riesgo, los temores de recesión y las rentabilidades de los bonos a largo plazo”, explica Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma eToro.
Su poder de predicción proviene de los usos tan diferentes de estas dos materias primas. Mientras que el oro es utilizado como activo refugio en momentos de incertidumbre, el empleo industrial del cobre hace que la evolución de su precio sea interpretada como un indicador de la salud de la economía mundial.
Cobre/oro
Así, la subida de la ratio entre el cobre y el oro -resultante de dividir el precio del primero entre el del segundo- puede ser leída como un signo de optimismo económico. Por el contrario, una bajada del diferencial puede ser interpretada como una señal de alerta.
Laidler incluye la ratio entre el cobre y el oro como otro indicador de la resistencia del crecimiento, como las mejoras de los índices de gestores de compras (PMI, por sus siglas en inglés) europeos o el crecimiento del producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos registrado en el cuarto trimestre de 2022.
Así, el PMI compuesto del bloque del euro subió en enero a 50,2 puntos, desde los 49,3 registrados en diciembre. Que esta cifra rebase el 50 conlleva una expansión de la actividad no vista desde junio del año pasado. El mismo dato sobre el sector servicios y sobre el manufacturero se situó en los 50,7 y los 48,8 puntos, respectivamente.
Por otro lado, entre octubre y diciembre de 2022, el PIB estadounidense aumentó un 0,7% respecto al trimestre anterior y un 2,9% respecto al cuarto trimestre de 2021. A pesar de que el crecimiento intertrimestral se desaceleró ligeramente, la cifra anual superó las expectativas.
La cotización del cobre se ha visto también respaldada por los datos sobre e inflación conocidos la semana pasada en Estados Unidos.
El índice de precios de gasto de consumo personal estadounidense, la estadística escogida por la Reserva Federal (Fed) para monitorizar la situación de los precios, se moderó en diciembre medio punto, al 5% interanual. La tasa subyacente cerró 2022 con un incremento del 4,4%, tres décimas menos que en el mes previo.
Dr Copper
Y el precio del Dr Copper -doctor cobre en inglés, como también se le conoce por su relación con la situación económica- ha repuntado casi un 12% en lo que va de año, situándose en 9.200 dólares por tonelada.
Su rally ha perdido algo de fuerza esta última semana coincidiendo con el cierre de los mercados en China con motivo del Año Nuevo Lunar. La reapertura del gigante asiático, principal consumidor mundial de metales, al dejar atrás la política Cero Covid ha sido otro de los factores que también han impulsado el precio del cobre.
Dicho esto, los analistas del banco suizo Julius Baer no creen que esta recuperación se traduzca en “un consumo de cobre mucho mayor, ya que las fábricas chinas se mantuvieron abiertas y la fabricación de productos que contienen cobre siguió creciendo el año pasado”.
“Por lo tanto, la reciente subida refleja ante todo un mejor estado de ánimo del mercado más que una mejora de los fundamentales”, advierten desde el banco privado. Ven “un mercado del cobre suficientemente abastecido este año” y apuntan a que “el reciente repunte ha sido demasiado rápido y ha ido demasiado lejos”.
Transición energética
Por el contrario, según la gestora Ofi Invest AM, el precio de los metales para la transición energética, entre los que se encuentra el cobre, “seguirá subiendo incluso en futuras fases de recesión económica”.
En la firma francesa explica que “el consumo de metales derivado de la implantación de tecnologías bajas en carbono, que se desarrollará de forma acelerada en los próximos años, es mucho mayor que con la tecnología actual”.
Para reforzar esta idea ponen como ejemplo que hacen falta 20 kilos de cobre para construir un vehículo término, 40 para uno híbrido y 80 para uno eléctrico. Con lo cual, “en función del escenario de transición energética que se produzca, el consumo de metales se tendrá que multiplicar por cuatro o incluso por seis veces el actual”.
“Los inventarios de cobre son bajos y la oferta está bajo presión”, añade Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión eToro. Según el experto, Chile, el mayor productos de cobre del mundo, prevé una reducción de la producción del 6%, mientras que el segundo producto, Perú, se enfrenta de nuevo a la incertidumbre política.
Máximos del oro
Frente al repunte del cobre, el precio del oro ‘solo’ ha subido un 5,5%, hasta rozar los 1.930 dólares por onza. A pesar de que el metal precioso ha alcanzado máximos de varios meses, los expertos de Julius Baer advierten de que “debido a la falta de apoyo de los inversores, los precios del oro -y los de la plata- se encuentran en una situación algo débil”.
Por el contrario, en WisdomTree son optimistas con esta materia prima. “Si en 2023 disminuye la presión alcista sobre el dólar y las rentabilidad de la deuda estadounidense, las cifras de crecimiento económico empeoran y la inflación se mantiene alta, el oro podría volver a brillar”, apuntaban en un reciente informe.
En el mismo, recordaban que en 2022 “lo que debería haber sido un momento idóneo para el oro se convirtió en la tormenta perfecta para este debido a la agresividad con la que respondió la Reserva Federal” a la inflación. El banco central estadounidense elevó los tipos de interés 425 puntos básicos a lo largo del pasado ejercicio, hasta situarlos en una horquilla de entre el 4,25% y el 4,5%.
El oro tiende a beneficiarse de una situación de bajos tipos de interés. Por eso, los inversores están muy pendientes de lo que la Fed decida hacer esta misma semana. Se espera que la institución presidida por Jerome Powell reduzca el ritmo de alzas a 25 puntos básicos, frente al incremento de 50 puntos básicos ejecutado en diciembre.