Representación de una bomba de petróleo sobre un gráfico con tendencia a la baja.

Representación de una bomba de petróleo sobre un gráfico con tendencia a la baja. Dado Ruvic Reuters

Materias primas

El petróleo cae un 4,5% por el miedo a una recesión y deja casi sin efecto el recorte de producción de la OPEP+

El Brent entró la semana pasada en pérdidas anuales, a pesar de que en las dos últimas sesiones el precio del crudo ha repuntado.

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Los precios del petróleo caen en torno a un 4,5% en lo que va de año ante las expectativas de que una recesión afecte de forma negativa a su demanda. El golpe tuvo lugar la semana pasada, cuando se conocieron datos económicos de Estados Unidos que hicieron entender a los inversores que la primera economía del mundo se está estancando.

Tras sumar cuatro alzas semanales consecutivas, el precio del petróleo Brent, la variante de referencia en Europa, cayó casi un 5% la semana pasada. Este descenso ha llevado al crudo del Viejo Continente a entrar en pérdidas anuales, del 4,5% para ser exactos.

El descenso del West Texas Intermediate, la variante estadounidense, en el mismo plazo fue del 5,83% y también tras enlazar cuatro subidas semanales. El descenso anual en este caso ronda el 4%.

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“Las recientes subidas en el mercado del petróleo se están evaporando a pesar de que los recortes en la producción no comenzarán hasta el próximo mes de mayo. Las preocupaciones sobre la desaceleración del crecimiento en EEUU y los débiles datos de consumo de gasolina en Asia han vuelto a ensombrecer las perspectivas de la demanda”, explica Joaquín Robles, analista de XTB.

Tanto el precio del Brent como el de West Texas tocaron el pasado jueves mínimos del último mes. Y desde esos niveles -los 80,45 y los 76,62 dólares, respectivamente- han repuntado en las últimas dos sesiones. A pesar de ello, el efecto en los precios de la reducción de producción anunciada por la OPEP+ el 2 de abril se ha diluido en gran medida.

Un día después el Comité Ministerial Conjunto de Seguimiento (JMMC) de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados liderados por Rusia, conocidos conjuntamente como OPEP+, confirmó un ajuste de producción voluntario adicional de 1,66 millones de barriles al día.

En los días posteriores a esa confirmación, el Brent rozó los 87,5 dólares por barril, mientras que el West Texas superó los 83,5. Ahora rondan los 82 y los 79 dólares por barril.

Descensos

Los últimos descensos se explican porque la demanda implícita de gasolina en EEUU se redujo la semana pasada respecto a hace un año, avivando los temores de una recesión en el principal consumidor de petróleo del mundo.

Además, las nuevas solicitudes de subsidio por desempleo en EEUU -una aproximación al paro semanal- se incrementaron la semana pasada, aumento que fue interpretado por el mercado como un indicio de la ralentización de la primera economía del mundo a medida que se consolida el efecto retardado de las múltiples subidas de los tipos de interés ejecutadas por parte de la Reserva Federal (Fed).

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"La confianza del mercado sigue siendo bajista tras los débiles datos económicos de EEUU junto con las expectativas de subidas de los tipos de interés, lo que alimenta el temor a una recesión que podría mermar la demanda de petróleo", apuntan los expertos de NS Trading en una nota recogida por 'Reuters'.

El mercado espera que la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo (BCE) eleven los tipos de interés la próxima semana, cuando celebren sus reuniones de mayo, con el fin de hacer frente a una inflación persistentemente alta.

Efecto OPEP+

Tal y como señala Christophe Grosset, director de ventas para Europa de Spectrum Markets, “los recortes de producción de la OPEP+ no son precisamente útiles en la ‘guerra híbrida’ de los bancos centrales”. El anuncio del recorte de suministros del cártel, según el mismo experto, “sorprendió ligeramente en medio de los esfuerzos de los bancos centrales mundiales por frenar la inflación y, al mismo tiempo, tratar de no estancar la recuperación económica posterior a la pandemia de la Covid”.

Pero, “no fue una sorpresa tanto porque complique la vida a los responsables de la política monetaria -que sin duda lo hace-, sino porque los propios Estados productores de petróleo tienen muy poco interés en una ralentización de la economía mundial y, por tanto, de la demanda de crudo”, añade el mismo experto.

En opinión de los expertos de La Française AM, “una serie de factores deberían mitigar este riesgo [de alza de precios por el recorte de producción de la OPEP+], a saber, el débil crecimiento mundial, la gran resistencia de la producción rusa y las reservas estratégicas de petróleo de EEUU”.

Los últimos giros de la política petrolera no han cambiando la visión del mercado de Julius Baer. Más allá del ruido geopolítico, en el banco privado suizo consideran que “las tendencias fundamentales actuales parecen sólidas y apuntan a que los precios del petróleo se situarán en los 70 y no en los 80 a largo plazo”.

¿Y China?

Las principales materias primas -el crudo, pero también el cobre o el mineral de hierro- comenzaron 2023 con fuertes ganancias impulsadas por las perspectivas generalizadas de la recuperación de China.

“El mercado pensaba que el mayor consumidor mundial de materias primas compensaría con creces los oscuros nubarrones económicos que amenazaban en Europa y en EEUU”, recuerdan los analistas de Saxo Bank en su informe de perspectivas macroeconómicas y de mercado del segundo trimestre.

De hecho, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su boletín mensual publicado hace sólo una semana señalaba que la demanda mundial de petróleo alcanzará en 2023 un nuevo máximo histórico de 101,9 millones de barriles diarios (mb/d), 2 millones de barriles más.

Este repunte se sustentará en la reapertura de China, que supondrá el 90% de ese crecimiento. Por el contrario, la demanda de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) impactará a la baja por la "débil actividad industrial y un tiempo cálido". Así, su consumo se contraerá en 390.000 b/d en el primer trimestre de 2023 en lo que será su segundo trimestre consecutivo de bajadas.

Sin embargo, en Saxo Bank subrayan que “la insuficiente fuerza de la reapertura china no ha permitido compensar el impacto negativo de la subida de tipos, especialmente tras el mensaje de 'cueste lo que cueste' del presidente de la Fed para enfriar la inflación, sin importar el impacto económico, subiendo tipos durante mucho más tiempo de lo previsto anteriormente”.