El Brent vive su peor racha en 30 años y causa estragos en las grandes petroleras europeas
Economistas y analistas han rebajado sus previsiones sobre el precio del petróleo europeo hasta una media de 83,03 dólares por barril en 2023.
El precio del petróleo Brent acaba de registrar su racha más negativa de los últimos 30 años, al sumar cuatro trimestres consecutivos de caídas. La variante de referencia en Europa ha perdido un 34,75% de su valor en el mercado en dicho periodo al pasar de 112 dólares por barril a unos 75. El descenso lastra las cotizaciones de las grandes petroleras europeas.
La situación del West Texas Intermediate, de referencia en Estados Unidos, es similar. Un ligero repunte, del 0,97%, durante los últimos tres meses del pasado ejercicio evita enlazar cuatro trimestres consecutivos de descensos. A pesar de ello, la caída acumulada por la variante estadounidense es del 33,2%, ya que su precio ha descendido desde los más de 109 dólares por barril de hace un año a los algo más de 70 dólares actuales.
Los descensos se explican por el miedo que existe en el mercado a que una desaceleración del crecimiento económico en general, y en particular de EEUU y China -los principales consumidores de esta materia prima-, reduzca la demanda.
Demanda
“El mercado se encuentra inundado de una materia prima que la demanda no consigue cubrir”, explica Juan José del Valle, responsable de Análisis de la agencia de valores Activotrade. “Y en un entorno de reducido crecimiento del PIB para los próximos trimestres, resultaría complicado pensar en un petróleo alcista, independientemente de los recortes de producción que prometen los países productores”, añade.
Este lunes, sin ir más lejos, Arabia Saudí prolongó el recorte de producción en 1 millón de barriles por día (mbd) que empezó este mismo mes de julio hasta agosto, siendo esta medida prorrogable. Casi al mismo tiempo, Rusia prometió exportar 500.000 barriles diarios menos en agosto.
Ambas medidas se suman a los recortes de producción de la OPEP+. Los miembros de la organización decidieron el pasado junio extender por un año más, hasta finales de 2024, los recortes vigentes del bombeo que establecieron para evitar la caída del precio del crudo.
De esta forma, se mantienen vigentes tanto el recorte de 2 mbd adoptado en octubre de 2022 como gran parte de las reducciones voluntarias anunciadas en abril por un total de 1,66 mbd.
Sin embargo, estos recortes no están teniendo grandes efectos en el mercado. “En estos momentos sigue pesando la perspectiva de una menor demanda a pesar de la reducción en la oferta. Lo que sí ha dejado claro la OPEP y sus socios es que tratarán de defender los precios por debajo de los 70 dólares por barril todo lo que puedan”, indica Joaquín Robles, analista de XTB.
“Es por la débil demanda” por la que en Activotrade piensan que el precio del petróleo no termina de repuntar. En Admirals España no encuentran “catalizadores de peso a corto plazo para esperar un rebote que modifique la actual tendencia bajista”.
Previsiones
“El entorno actual de normalización monetaria, junto con el enfriamiento de las principales economías mundiales, provoca que las perspectivas de crecimiento, y por ende de consumo de materias primas, se ralentice. Si a esto le añadimos el rally previo a estas caídas, nos encontramos con una corrección que no deja de ser sensata”, explica Francisco Sánchez-Matamoros, country manager de Admirals España.
Tras esta corrección esperan que el oro negro se mueva en el rango entre los 85 y los 70 dólares en la segunda mitad de año, con cierta lateralidad. Sin embargo, advierten que, “de perder los niveles situados en los entornos de los 70, podríamos atisbar una visita al soporte de los 65”.
Sus previsiones son similares a la de la media de economistas y analistas recogida en una encuesta realizara por 'Reuters'. Según la misma, los expertos han rebajado sus previsiones sobre el precio del Brent hasta una media de 83,03 dólares por barril en 2023.
La caída del Brent en estos doce meses -superior incluso si se compara con los máximos alcanzados en las primeras semanas de la guerra de Ucrania (-46%)- se refleja en la cotización de las grandes petroleras europeas, que sufren descensos de hasta casi el 20% en los parqués del Viejo Continente.
Petroleras
Tras las fuertes subidas acumuladas en 2021 y, especialmente 2022, el valor bursátil de Repsol se ha reducido un 10,25% desde que empezó 2023. Las británicas BP y Shell han caído un 4,3% y un 0,4%, respectivamente, mientras que la francesa TotalEnergies ha retrocedido un 10,9%.
Lo mismo ha sucedido en el caso de la noruega Equinor (-9,5%), la italiana ENI (-2,2%), la portuguesa Galp (-13,9%) o la austriaca OMV (-19,1%).
Con esa previsión de que es complicado que el petróleo recupere su tendencia alcista, en Activotrade pronostican “un débil comportamiento de las compañías petroleras para lo que queda de año” y creen que “la mejor opción a corto plazo es pensar en un mantenimiento del rango lateral que ha venido cotizando el petróleo durante los últimos meses”.
A pesar de lo llamativo de los descensos, Sánchez-Matamoros subraya que “las petroleras amortiguan la volatilidad del petróleo de manera favorable para sus intereses”, ya que “son capaces de absorber las subidas del crudo con alzas en sus márgenes y soportar las caídas del crudo, al menos, en el corto y medio plazo”.
Además, “los beneficios logrados durante los últimos trimestres han servido para compensar las pérdidas sufridas durante la pandemia, acelerar la transición hacia energías renovables y aumentar los programas de pago de dividendo y recompra de acciones”, defiende Robles.
El analista de XTB considera que “durante los próximos meses es probable que veamos una mayor estabilización en la cotización de las compañías petroleras a medida que se adaptan a este nuevo entorno de precios”.