La tormenta perfecta del azúcar, la clave que encarece la cesta de la compra tras disparar un 44% su precio
El dólar, el precio del petróleo o el fenómeno de El Niño son algunos de los elementos que afectan a su valor.
Es lo que más se ha encarecido de la cesta de compra. El azúcar se ha disparado en un año un 44%, según reflejan los datos del INE; cuatro veces más de lo que ha subido el conjunto de los alimentos. Y también ha contribuido a que los precios de otros productos se hayan elevado. Todo es resultado de una tormenta perfecta en la que confluyen divisas como el dólar o el real brasileño, el petróleo, India o la guerra en Ucrania.
Todo se ha conjurado contra el azúcar, un ingrediente fundamental para muchas elaboraciones, más allá de los dulces. Está presente en el pan, en las pizzas, refrescos, tomate frito, cremas de verduras, patatas fritas de bolsa, embutidos, zumos, y helados, por citar algunas.
El coste de estos productos ha experimentado subidas superiores al 10% en el último año. En ello también ha colaborado el comportamiento de los precios del azúcar, imparables.
Escalada en los mercados
Su ascenso empezó a sentirse -y a preocupar de verdad- a los mercados en primavera. Si se tiene en cuenta los futuros del azúcar sin refinar para entrega en octubre, solo el pasado abril, el precio de esta materia prima se incrementó más de un 21% en el mercado de commodities de Chicago.
Fue entonces cuando superó los 27 centavos de dólar por libra, precios no vistos desde marzo de 2012. No obstante, desde entonces las caídas se han sucedido, con la excepción de julio. En lo que va de agosto, el descenso ronda el 2%.
De esta forma, el coste del azúcar en los mercados financieros se sitúa por debajo de los 24 centavos de dólar por libra. Debido a la fuerte subida acumulada en la primera parte del año, el repunte desde que dio inicio 2023 todavía es del 18,7%.
Tomando como referencia el comportamiento de los últimos doce meses, la subida es del 30,5%. ¿Qué ha pasado para que se haya desbocado el precio?
Vaivenes internacionales
Para comprender el comportamiento del precio del azúcar hay que examinar las dinámicas internacionales. Ni España ni la Unión Europea (UE) produce suficiente azúcar para abastecer el consumo interno.
La situación es especialmente deficitaria desde 2010. Desde entonces se ha perdido el 70% de la remolacha azucarera que se cultivaba en nuestro país, la mayoría en Castilla y León, donde se concentra el grueso de estos cultivos, que hoy en día no llega a 23.000 hectáreas, de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura.
"De 80.000 hectáreas que teníamos en Castilla y León en los años 90 nos hemos quedado en unas 17.000 el año pasado", destaca a EL ESPAÑOL-Invertia Lorenzo Rivera, responsable de remolacha azucarera de COAG.
Las cosas, recuerda, empezaron a cambiar sobre todo con la llegada de los acuerdos comerciales con Brasil, el mayor productor de caña de azúcar del mundo, y también el principal exportador. Ofrecía precios más baratos, pero con un riesgo: volverse más dependiente de un mercado global "muy volátil".
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Y esa volatilidad se ha desplegado en toda su magnitud este año. Sólo la semana pasada, los precios en los futuros de azúcar se han visto afectados, por ejemplo, por la rebaja de la agencia de calificación crediticia Fitch sobre el rating del Gobierno de Estados Unidos (de AAA a AA+), trasladan desde el equipo de análisis de IG.
También han condicionado el precio del azúcar estos días el rendimiento de las principales divisas relacionadas con esta materia prima, como el dólar, en alza desde el viernes 14, o la reciente debilidad del real brasileño, que el pasado lunes cayó a un mínimo de dos meses y medio frente a la divisa estadounidense.
Ello alentó las ventas de exportación de los productores de azúcar en Brasil. Pero también hay que tener en cuenta cómo afectan los precios del petróleo crudo.
Y es que Brasil destina más de la mitad de la caña de azúcar que genera a producir etanol. Es algo que se demostró fundamental tras la invasión rusa de Ucrania.
Los precios del crudo subieron, y la petrolera brasileña Petrobras incrementó el precio de la gasolina, lo que impulsó a los ingenios azucareros a destinar mayores cantidades de caña a la producción de etanol y menores a la de azúcar, subraya la FAO en un análisis sobre las perspectivas de esta materia prima hasta el 2032.
Por eso cada vez que aumenta el precio del crudo suelen repuntar los precios internacionales del azúcar, este año afectados además por la climatología. El miedo a que el fenómeno de El Niño reduzca las precipitaciones y merme sus cultivos ha llevado a India, el otro gran productor internacional, a limitar las exportaciones de azúcar hasta el primer semestre 2024.
India esperará para anunciar cuánto exportará porque teme contar con una cosecha inferior a lo estimado y verse en apuros para abastecerse: es también uno de los mayores consumidores globales de azúcar. El retraso en su decisión agrega tensión a los precios porque, suceda o no, la expectativa es suficiente para alterarlos.
¿Resultado final? Pagamos más en Europa. La tonelada de azúcar blanco se ha duplicado en dos años; alcanzó los 817 euros en junio. Supone un 80% más que doce meses antes. "Es una situación de precios que jamás habríamos pensado", concluye Rivera.