El petróleo Brent, la variante de referencia en Europa, roza los 90 dólares, tras subir casi un 16% en lo que va de año. La situación en Oriente Medio, los recortes de producción de la OPEP+ y la fortaleza de la economía estadounidense hacen que la materia prima haya vivido su mejor arranque de un ejercicio desde 2022.
Entonces fue la invasión rusa de Ucrania -que dio inicio el 24 de febrero-, así como sus consecuencias y derivadas, lo que elevó el precio del oro negro. El rally que tuvo lugar en ese inicio de año -desde el 1 de enero al 4 abril- fue del 38,5%. El primer trimestre de 2023 no fue positivo para el Brent, ya que en ese periodo registró un descenso del 1,1%.
La situación es muy diferente en este 2024 en el que la cotización del crudo se ha visto impulsada por la preocupación por una menor oferta, en un momento en que los principales productores mantienen los recortes de producción, y tras las señales de un mayor crecimiento económico en Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de petróleo.
El Brent, frente a los 90 dólares
Ese cóctel ha provocado que el precio del Brent se haya elevado un 15,8% desde enero, hasta alcanzar niveles no vistos desde el pasado octubre. "El Brent se enfrenta a cierta resistencia en el nivel de los 90 dólares por barril, que hasta ahora no ha podido superar", señalaron los analistas de ING.
La subida acumulada por el West Texas Intermediate (WTI), la referencia en Estados Unidos, desde que comenzó el ejercicio es del 18,85%.
Tanto el Brent como el WTI suman cuatro semanas consecutivas de ascensos en un momento en el que la situación en Oriente Medio se ha agravado. La tensión en la zona es mayor tras el ataque contra el consulado iraní en Siria, del que Teherán acusa a Israel, así como la muerte de siete cooperantes en la Franja de Gaza.
El oro negro también ha subido después de que la OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, decidiese el miércoles dejar sin cambios su actual oferta de petróleo, aunque se mostró a favor de intervenir en el mercado si fuera necesario.
El cartel ya acordó el mes pasado extender los recortes voluntarios de producción de 2,2 millones de barriles por día (bpd) hasta finales de junio para respaldar el mercado.
Los expertos de Bank of America esperan más subidas del petróleo. Anticipan que alcancen los 95 dólares por barril este verano y que cierren 2024 con un precio medio de 86 dólares, en el caso del Brent, y de 81 dólares, en el del WTI.
Petróleo y bancos centrales
“Los bajos inventarios en todo el complejo petrolero, los recortes de producción de la OPEP+, las tensiones geopolíticas y las sólidas cifras de crecimiento económico han invertido la tendencia de los precios”, explicaban sus economistas hace unos días.
"Y ahora apuntan a una temporada de tráfico veraniego más ajustada de lo previsto, apoyando un firme backwardation en crudo y productos".
Se conoce como backwardation al fenómeno que tiene lugar cuando el precio del crudo con una entrega inminente es superior al del petróleo con entregas a más largo plazo. Indica que los operadores prevén escasez de oferta y una mayor demanda a corto plazo.
Los datos muestran que “se avecina un incipiente repunte cíclico, justo cuando la Reserva Federal y el BCE están a punto de empezar a recortar los tipos”, advierten desde Bank of America.
De hecho, en Activotrade no esperan “que los bancos centrales se atrevan a bajar las tasas de referencia, debido al efecto base que probablemente se producirá en los datos de inflación durante los próximos 2-3 meses con las fuertes subidas de la energía y del petróleo”.
“El Brent cotizaba el pasado verano no lejos de la zona de los 70 dólares el barril frente a los casi 90 dólares actuales”, recuerda Juan José del Valle, responsable de análisis de Activotrade.
Por ello, “nos podemos hacer una idea de cómo van a salir los datos de inflación durante el segundo trimestre si los precios de la energía siguen subiendo”, añade.