Caída en picado. Ese es el denominador común que comparten las rentabilidades de un buen puñado de bonos soberanos mundiales, con los europeos a la cabeza. Y en las últimas semanas el retroceso ha ido a más al punto de adentrar a un creciente número de referencias en territorio de rendimientos negativos. Por todo ello, ahora se reabre un debate que ha estado muy presente en los últimos tiempos, aunque había bajado su intensidad hasta este último rebrote: ¿se está cebando un burbuja en la renta fija?

Los analistas tienen opiniones enfrentadas a la hora de responder a esta cuestión. Lo que está claro es que algunos papeles han subido de precio como la espuma, con el consiguiente descenso de la rentabilidad, que baja cuando los precios suben. Es el caso del bono a 10 años del Tesoro Público español, que ha reducido su rentabilidad un 62% en lo que va de año y un 14% desde que el Banco Central Europeo (BCE) anunció que los tipos seguirían en mínimos históricos hasta junio de 2020 como poco. Ahora, su rendimiento es más bajo que nunca, puesto que se limita al 0,54%.

La situación se repite en buena parte de las economías europeas, en EEUU, en Australia y también hasta en algunos emergentes. En todos los casos, el motor está en las decisiones de los bancos centrales. Así, la Reserva Federal estadounidense ha pasado de prever tres subidas para el precio oficial del dinero este año a contemplar incluso un recorte en los próximos mesesIndia no se ha quedado atrás y el Banco de la Reserva ha pegado otro tijeretazo a los tipos este mes. El tercero en un año.

"La burbuja del mercado de renta fija nunca se ha ido, sino que ahora se está ampliando"

El experto Chris Iggo, director de inversiones en renta fija de Axa IM, advierte de que esta es la tendencia que espera en adelante mientras el ciclo económico siga dando síntomas de debilidad: “Donde existe la oportunidad de recortar tasas, es probable que haya recortes”. Un convencimiento compartido por el grueso de un mercado en el que, según datos de Deutsche Bank, ya rentan en contra de sus tenedores bonos por 11 billones de dólares, una cifra que se queda “muy cerca del pico anterior de 2016”, cuando las políticas de ‘Quantitative Easing’ estaban en pleno apogeo. La patada hacia delante de los supervisores monetarios “sugiere que este pico se superará muy pronto”, según Iggo. Y ya arrojan rentabilidades negativas alrededor de un 20% de todos los bonos soberanos y corporativos vivos a escala global. Y, especialmente, en Europa, donde se puede encontrar al 'bund' alemán con un rendimiento del -0,24%.

CAMBIO DE TERCIO EN LA FED

Para Pablo García, director de Divacons-Alphavalue España, esta fotografía es síntoma de que “la burbuja de renta fija nunca se ha ido, sino que se está ampliando”. Los bonos españoles a 30 años marcan ahora tipos del 1,6% cuando esta era la cota sobre la que se asentaba el de vencimiento a una década hace solo siete meses. En este sentido, señala que mientras que los bonos incrementan sus valoraciones, el grueso de las bolsas también ha seguido sumando posiciones para sus gráficas.

Su consejo es vigilar a China, que podría responder a la guerra comercial abierta por EEUU con la venta de parte de sus amplias reservas de bonos estadounidenses y provocar un fuerte seísmo en el mercado.

Por su parte, Andrea Iannelli, director de inversiones en renta fija de Fidelity International, apunta hacia EEUU como clave de todo el reciente comportamiento de los bonos soberanos. Por una parte, debido al impacto de la guerra comercial, que en su opinión es lo que ha provocado que la previsible subida de tipos del ‘bund’ alemán gracias a “la estabilización macroeconómica europea” se haya dado la vuelta por “el reciente giro de los acontecimientos en el plano comercial”. Por otra, por el convencimiento de que “la Fed podría tener que actuar más pronto que tarde” ante los indicios que apuntan a que la primera economía mundial crecerá menos de un 1% en el primer semestre del año.

En este clima de ralentización económica, Félix López, director de atl Capital Gestión, ve “improbable” una entrada en recesión en el corto o medio plazo, por lo que considera que será difícil ver un giro al alza de los tipos de interés de la deuda soberana en el mismo plazo. En su opinión, el que ahora se plantee entrar en estos títulos “tiene que estar valorando una intervención significativa de los bancos centrales”. Algo que, en su opinión, debería ir más allá de retrasar calendarios o desandar parte del camino de retirada de estímulos vigentes hace unos meses.

HUIDA DEL ‘HIGH YIELD’

La estrategia de López para lo que pueda venir, que en ningún caso califica de burbuja sino de “extrema sensibilidad a los tipos de interés”, pasa por trasladar parte de la cartera a emisiones de mayor calidad. Especialmente, apunta a “deshacer algo de rating ‘BBB’ para entrar en títulos ‘AA’ como mínimo”. En esto coincide con Geraldine Sundstrom, una de las gestoras estrellas de Pimco, la mayor firma mundial de inversión en renta fija. En una reciente presentación de perspectivas en Madrid, la experta se decantaba por sobreponderar emisiones de mayor calidad crediticia, ser cautos en ‘high yield’ y dar cabida en cartera a más bonos titulizados.

"Los bonos españoles ya no son activos invertibles y los papeles que aportan rentabilidad, como los CoCos, no son accesibles para el pequeño inversor"

Los datos del mercado recopilados por Bank of America muestran que esta tesis es la más seguida por los inversores de un tiempo a esta parte, lo que ha multiplicado el rally de precios de la deuda soberana europea, estadounidense y de otros emisores desarrollados. Así, los fondos especializados en renta fija de rating elevado acumulan 14 semanas consecutivas de suscripciones netas, mientras que los de bonos de alto rendimiento suman ya cinco seguidas de reembolsos.

El gestor Ignacio Victoriano, de Renta 4 Banco, defiende que este comportamiento no es sino otro síntoma de que “no ha habido nunca burbuja, sino adaptación a que los niveles de rentabilidad son los que hay”. En su opinión, los activos de renta fija que más están aportando a las carteras -como los CoCos- no son elegibles para los pequeños inversores, y los bonos españoles “ya no son invertibles”.

Únicamente ve alguna oportunidad en Italia, donde el rifirrafe del Gobierno local con las autoridades europeas a cuento del déficit fiscal ha tirado algo hacia arriba de su rentabilidad, apenas 20 puntos básicos por debajo de lo que marcaba hace un año. Los griegos se han dejado por el camino más de 180 puntos, los alemanes han cedido 70 y los españoles, más de 80 básicos.

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