España disfruta de los intereses negativos como nunca: llegan ya hasta los bonos a seis años
- La rentabilidad del bono a 10 años se sitúa en el mínimo histórico del 0,41%
- El volumen de deuda con intereses negativos alcanza los 13 billones de dólares en todo el mundo
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Nunca se habían ido del todo, pero sí resulta cierto que los intereses negativos, tras una temporada en retirada, vuelven ahora con más fuerza que nunca a la renta fija. El volumen de deuda existente en todo el mundo con tipos por debajo del 0%, es decir, en la que quien cobra intereses es el que se endeuda y el que los paga es el inversor que la compra, supera por primera vez los 13 billones de dólares -cerca de 11,5 billones de euros-.
Esta nueva oleada compradora, que es la que provoca la caída de las rentabilidades porque estas bajan cuando el precio de los títulos sube, también está dejando consecuencias sin precedentes en España, donde la 'era de los tipos negativos' está llegando ahora más lejos que en el anterior episodio, vivido entre 2017 y 2017. Entonces, los tipos negativos se estiraron en la deuda española hasta los bonos a cinco años. Ahora alcanzan un año más, puesto que el rendimiento de las obligaciones a seis años se encuentra en negativo desde la semana pasada, y están cerca de saltar hasta los siete años, cuya rentabilidad se situa en el 0,08%.
Pero la huella de este histórico fenómeno de los intereses negativos va más allá. En la deuda a más corto plazo, la rentabilidad de las letras del Tesoro a tres meses se hunde hasta el -0,48%. Y a más largo plazo, en las obligaciones a 10 años, el rendimiento mengua hasta el 0,41%, el más reducido de siempre. Por financiarsa a 30 años, España apenas paga ya un interés del 1,38%.
El Tesoro, por tanto, se está financiando más barato que nunca. El coste medio de la deuda emitida en los cinco primeros meses del año se limitaba al 0,55%. Como consecuencia, el interés medio de la deuda del Estado en circulación, de 1,02 billones de euros a finales de mayo, también es el más bajo de siempre, al situarse en el 2,369%.
TIEMPOS EXCEPCIONALES
El último coletazo de los tipos negativos, que es el que aumentado la onda expansiva hasta los bonos a seis años, ha venido patrocionado, una vez más, por los bancos centrales en una secuencia concatenada. Primero fue el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien abrió la puerta a "nuevos estímulos monetarios" si la economía no mejora lo suficiente como para propiciar una subida de la inflación. Y luego fue la Reserva Federal (Fed) estadounidense la que, al día siguiente, preparó el terreno para acometer la primera rebaja de los tipos de interés en EEUU desde 2008. El mercado otorga una probabilidad absoluta, del 100%, a que este tijeretazo se produzca en la reunión de los dias 30 y 31 de julio.
"Tanto el BCE como la Fed podrían pronto verse presionados para pasar de las palabras a los hechos... o arriesgarse a decepcionar a los inversores de renta variable y renta fija"
Los bancos centrales, por tanto, ya han hablado, y los inversores han llevado sus palabras al terreno de los hechos a la espera de que los bancos centrales actúen. "Para evitar un endurecimiento indeseado de las condiciones financieras para las empresas y hogares, tanto el BCE como la Fed podrían pronto verse presionados para pasar de las palabras a los hechos, o arriesgarse en caso contrario a decepcionar a los inversores alcistas de los mercados de renta variable y renta fija", apuntan desde Allianz Global Investors.
Con más estímulos en camino, los inversores ha vuelto con su dinero a la renta fija. Y los efectos alcanzan esos hitos sin precedentes. En España. Y en todo el mundo. La 'locura' de los tipos negativos provoca que el rendimiento de la deuda pública alemana a 10 años (bund) esté ya en el -0,30%. En el caso de la deuda norteamericana, la rentabilidad de los títulos a 10 años, que a comienzos de noviembre superaba el 3,2%, se encuentra ahora en el 2%.