En una rueda de prensa celebrada hoy, la abogada María José Lunas, que dirige el procedimiento, ha explicado que Bankinter "engañó" a quienes suscribieron estas condiciones entre 2005 y 2008, ya que "ofrecía datos diversos a los que manejaba".
De este modo, ha asegurado, la entidad dio una información "sesgada" a sus clientes, entre ellos los 1.700 afectados asociados de Asufin, quienes desconocían no sólo el producto, calificado de complejo al tratarse de un derivado financiero, sino también las expectativas del mercado.
Este vicio en el consentimiento habría inducido a error a los clientes, quienes "se confiaron" y creyeron que el tipo de cambio sólo podía afectar a la cuota y no al capital que debían.
"Gente que llevaba diez años pagando una hipoteca de 300.000 euros ahora debe 350.000 euros, con unas cuotas mucho mayores", ha aseverado Lunas.
También ha señalado un "claro conflicto de intereses" ya que Bankinter ofreció estas condiciones, por lo general a perfiles con sueldos fijos, en un momento de exceso de divisa y con el fin de que el peso de la caída fuese a parar al consumidor.
La presidenta de Asufin, Patricia Suárez, ha tildado las hipotecas multidivisa de "problema real" de una sociedad que, a diferencia de los consumidores de otros productos bancarios como las preferentes, "no demanda tanto".
Según sus estimaciones, sólo el 2 % de los afectados han reclamado, y aunque se ha mostrado optimista ya que los argumentos de la demanda "son viables", ha avisado de que va a ser una "larga batalla" en la que agotarán todas las vías, incluso el Tribunal Supremo.
Al margen de la de Bankinter, la asociación también ha registrado una demanda contra el Popular, que comercializó las multidivisas especialmente entre el personal aéreo, y ha anunciado que en las próximas semanas interpondrá acciones legales contra Barclays.
En julio de 2015, el Supremo dictó que estas hipotecas "fueron vendidas mediante estrategias comerciales engañosas y sin la mínima información", y obligó a las entidades prestamistas a cumplir los deberes de información exigidos por la Ley del Mercado de Valores al tratarse de un derivado financiero.
El Alto Tribunal se posicionó entonces del lado del cliente, quien debe ser consciente de que "puede ocurrir" si pasados varios años la divisa en la que contrató su hipoteca se ha apreciado frente al euro.
Un argumento que ahora los expertos califican de importante, pues si bien el valor de los inmuebles en España ha sufrido una fuerte depreciación, el yen japonés y el franco suizo, divisas más empleadas en estas hipotecas se han apreciado.