El año 2016 ha supuesto un punto de inflexión en lo que a la recuperación sostenida del sector inmobiliario se refiere. Una de las más beneficiadas ha sido la española Sacyr, que acumula una revalorización cercana al 100% desde los mínimos marcados en junio y a la que ha beneficiado la reducción progresiva de la deuda asociada a su participación en Repsol.
Técnicamente, la constructora ha dejado atrás la importante resistencia que encontró en los 2,10 euros por acción y continúa con su trayectoria alcista para atacar los 2,50, en primera instancia, con el objetivo puesto en los 2,70 donde Sacyr encuentra un importante punto pivote.
Este objetivo coincide con el retroceso 38 del Fibonacci del último gran impulso bajista, que parece que está ya dejándose atrás, tras la zona de mínimos que configura el suelo redondeado marcado a lo largo de este año.
Una pérdida de estos niveles, podría suponer un giro a la baja que, en caso de romper el soporte de los 2,10 nos dejaría perspectivas negativas de cara a los próximos meses.