Para reducir esta diferencia, lo ideal es complementar tus ingresos con el ahorro que puedas ir generando. Una opción son los planes de pensiones privados, pero si no te convencen, existen otras alternativas Por ejemplo, las que ofrece el sector asegurador, entre las que también puedes encontrar beneficios fiscales. Te explicamos en qué consisten y sus ventajas:

Unit Linked: La cesta de fondos con ventajas hereditarias

El Unit Linked es un seguro de ahorro e inversión que está vinculado a una cesta de fondos. En decir, aunque lleve el apellido `seguro¿ se puede perder parte del dinero.

Como no deja de ser un producto asegurador, parte de la inversión se destinará forzosamente al pago de la prima y, el resto, irá a una cartera de fondos. El inversor elige cuáles, pero dentro de una oferta cerrada. Puede moverlos, pero con limitaciones.

Una de las grandes ventajas es su liquidez (se puede rescatar en cualquier momento), y en forma de renta vitalicia, lo que permite disfrutar de ventajas fiscales adicionales. Además, ofrece la cobertura adicional de estar ligado a un seguro de vida y la posibilidad de elegir el plazo de la inversión, el valor de la prima, las coberturas, etc¿

La ventaja escondida de este producto es que es interesante a la hora de planificar una sucesión. Los Unit Linked no forman parte de la herencia y no se hacen públicos. En nuestro país, la información del Registro de Contratos de Seguros solo se puede consultar cuando muere el asegurado y no contiene ni beneficiarios ni importes.

La parte negativa, además de poder perder dinero, es que la gestión de esa cesta de fondos supone un coste que hay que pagar (además de la prima, que irá aumentando con el paso de los años).

 

PÍAS: El ¿depósito¿ de los seguros con virtudes fiscales

Su nombre completo es Planes Individuales de Ahorro Sistemático. Tradicionalmente han invertido en renta fija con rentabilidades que no suelen superar las de un depósito (aunque en los últimos años las compañías han empezado a comercializar lo que se denominan PIAS flexibles, que invierten una parte en renta variable). También se puede recuperar el dinero en cualquier momento (aunque suele haber incentivos por mantener la inversión y las ventajas fiscales en realidad llegan pasados 5 años).

Todo ello, con un límite de 8.000 euros al año y un total acumulado de 240.000 euros, así que a la hora de decantarse por este producto, hay que tener en cuenta las necesidades de cada uno de cara a la jubilación.

Su ventaja e inconveniente es el mismo: su etiqueta de garantizado. Es un producto de bajo riesgo, pero con una rentabilidad menor también.

Sin embargo, su punto fuerte es la fiscalidad: pasados 5 años de estar invertido y rescatándolo en forma de renta (poco a poco y no de golpe) permiten dejar de pagar entre un 60% y un 92% de los impuestos en la declaración de IRPF dependiendo de la edad.

PPAS: El plan de pensiones de los seguros

Es muy similar al plan de pensiones. Es más, funciona prácticamente igual salvo por algunas cuestiones como que en los PPA el capital que va aportando año a añoel inversor está asegurado, algo que no ocurre con los planes de pensiones. De ahí, que se trate de un producto muy enfocado a un perfil conservador, que busque garantizar su inversión o se conforme con no perder poder adquisitivo.

Comparte ventajas con los planes de pensiones, como la de poder desgravar hasta un máximo de 8.000 euros anuales de lo que se aporte. A eso, además, hay que unir las bonificaciones que suelen ofrecerse cada 5 y 10 años para fomentar la permanencia.

En el lado negativo, se trata de un producto tan ilíquido como el plan de pensiones. Solo puede rescatarse en caso de jubilación, desempleo, enfermedades graves, discapacidad o para hacer frente a un desahucio. Y cuidado con la manera que se elige para recuperar el dinero, porque en función de si se hace de golpe o poco a poco el hachazo fiscal puede ser muy diferente.

Además, a diferencia de los planes de pensiones, donde las comisiones están topadas, en este tipo de productos no existen límites a los gastos asociados, por lo que conviene informarse bien antes de contratarlos.