Un estudio elaborado por la Universidad de Oxford pone cifras a las preocupaciones de muchos trabajadores de hoy en día, mostrando que el 47% del empleo actual desaparecerá dentro de una o, como mucho, dos décadas. Por su parte, el 90% de las profesiones que permanezca sufrirá alguna transformación, relacionada en la mayoría de los casos con la adquisición de competencias tecnológicas.
Entre los empleos más reclamados del futuro, en primera posición se encuentra el de analista y programador de Internet de las Cosas, según David Martínez, responsable de transformación digital de Watch & Act. Las casas y ciudades estarán conectadas a todo tipo de sensores y dispositivos que permitirán interactuar con ellos o con otras personas. Serán necesarios profesionales que diseñen las mejores soluciones sobre esta base tecnológica.
La segunda posisición la ocupa un puesto ya muy demandado: el de científico de datos. Se trata de profesionales con conocimientos analíticos, de programación y lógica, normalmente con formación matemática o estadística. Su labor es estudiar los datos de una organización y generar indicadores que anticipen las tendencias del negocio y propongan medidas correctoras sirviéndose del Big Data. Estos profesionales conocerán su máxima expresión ligados al Internet de las cosas.
El negocio de la robótica no dejará de crecer, por lo que el empleo de robotista tendrá también una mayor demanda. Los procesadores y sensores continuarán mejorando, automatizando al máximo los procesos y evitando la necesidad de intervención humana donde no sea fundamental. Los robotistas deben contar con conocimientos de ingeniería y ciencias de la computación, y disponer de capacidades relacionadas con la humanización de la inteligencia artificial.
Al igual que la robótica, la impresión 3D seguirá ganando importancia, generando el puesto de impresor 3D. El profesional debe ser una persona creativa, capaz de inventar nuevos modelos factibles y rentables, y con conocimientos informáticos de herramientas de impresión 3D. Además, esta tecnología, que puede transformar modelo enteros de negocio, es altamente compatible con otras como la robótica o el Internet de las Cosas.
Por último, entre las profesiones del futuro cabe mencionar la de abogado especializado en ciberseguridad. Todos los avances tecnológicos introducen elementos de riesgo en la seguridad, por lo que la ciberseguridad pasará a ser un sector al alza. Cada país contará con un marco regulador concreto que requerirá de profesionales con una base tecnológica avanzada capaces de mitigar los riesgos y su impacto en las personas.