Si eres una de las personas que en su momento contrató de estos fondos es fácil que estos días recibas una llamada del banco para proponerte alternativas a ese dinero que va a quedar ¿en liquidez¿.
Por lo tanto, tu primera decisión es decidir si aceptas la propuesta que te hagan de tu entidad o buscas y comparas para encontrar algo más bueno, bonito y barato. En la primera opción, probablemente no tendrás que hacer nada, más allá de firmar la orden correspondiente. Pero la segunda opción puede tener su miga...
Lo primero que debes hacer es ver el resultado que ha tenido tu fondo. Y aquí, salvo que hayas tenido pérdidas, que no suele ser el caso en un garantizado, hay un posible error que debes editar: vender el fondo sin más. Es decir, reembolsar las participaciones que tuvieras sin haber decidido aún qué hacer con ese dinero. ¿Por qué?
En España, la legislación permite pasar el dinero de un fondo de inversión a otro sin tributar por las plusvalías obtenidas, gracias a la figura del traspaso. Es decir, no pasas por la ventanilla de Hacienda hasta que sacas del todo el dinero de los fondos. Esta ventaja del diferimiento fiscal la perderías si haces caja y pasas el dinero a la cuenta corriente.
Lo segundo es ver el detalle de esas rentabilidades y si ha compensado la experiencia y, por lo tanto, si te conviene elegir un producto similar o no. Las cifras de los garantizados no están siendo las mejores, salvo excepciones. Esto se debe a la forma en la que se estructuran este tipo de fondos para poder garantizar el dinero del ahorrador.
Existen varias clases de fondos garantizados, pero su funcionamiento es casi siempre el mismo: invierten una parte elevada del dinero en renta fija para garantizar que el ahorrador recuperará su capital y con los rendimientos que genera esa inversión deben cubrir la comisión de gestión y conseguir un extra para invertir en la búsqueda de rentabilidad adicional que busca el fondo, a través de derivados.
Como los tipos de interés están en niveles tan bajos, el gestor tiene que invertir casi la totalidad del dinero de los partícipes en renta fija, ya que con esos intereses tiene que llegar al 100% de la inversión, con lo cual, apenas queda dinero para contratar derivados con los que buscar una rentabilidad más allá de la garantía.
Si la rentabilidad no ha sido satisfactoria, lo lógico sdería que mires otras opciones, por lo que llegamos al penúltimo paso, que sería buscar otros fondos en los que puedas confiar tu dinero en busca de mayor rentabilidad. En esa decisión, te puede ayudar esta píldora interactiva que te traemos Invertia y Finect, que te permitirá encontrar fondos con riesgo similar al tuyo (o bien, con mayor riesgo si lo prefieres), con mejores resultados en los últimos años.
Ah, por cierto, si finalmente te decantas por otro garantizado, te recomendamos leer muy bien el folleto del fondo y fijarte en dos datos que las gestoras deben explicitar:
-1) La TAE máxima a la que puedes optar, la rentabilidad que te darían en el mejor de los casos
-2) Las ventanas de liquidez del fondo y las comisiones que tendrías que pagar si quieres sacar tu dinero antes de esas fechas.
Y, del análisis de ambas, compensar si te interesa tener tu dinero inmóvil en un garantizado en función de la rentabilidad que te puede ofrecer.
Eso sí, haciendo siempre un traspaso y no una venta del fondo que acaba de vencer, para evitar así pasar antes de tiempo por la ventanilla de Hacienda.