Todo el mundo tiene una lista de agujeros que tapar si le toca un pellizco en la lotería. Pero sucede que, además de la probabilidad de que nos toque hay que tener en cuenta la más habitual: que nunca llegue.

La vía alternativa para muchos es la del ahorro. Partiendo de una base de 1.000 euros y ahorrando 350 euros al mes, tendríamos 300.000 euros al cabo de¿ ¡71 años! ¿Demasiado tiempo?

Existe un término medio entre la inmediatez de la lotería y la interminable espera de ir juntando unos ahorros: se trata de invertirlo. Siempre que sea a largo plazo y bajo determinadas premisas, puede acortar la espera hasta más de la mitad. Todo depende de tu perfil de inversión.

Partiendo del mismo ahorro, 1.000 euros, y aportando 350 euros todos los meses, ¿cuánto se tardaría en tener un ahorro de 300.000 euros? Un perfil moderado, es decir, que se conforme con una rentabilidad del 4.4% anualizada y que pueda soportar cierta volatilidad, tardaría 29 años en generar esa cifra. Lejos de los 71 años que hubiese tardado si dejase el dinero en una cuenta corriente.

Al cabo de esos años, habría hecho el esfuerzo de ahorrar 163.000 euros, pero la rentabilidad que se ha ido generando le aportaría el resto: 145.000 euros.

Si tiene un perfil más agresivo, es decir, más tolerante a la volatilidad y con una rentabilidad del 6,6%, llegaría a la cifra de 300.000 euros en un plazo menor: 25 años. Se trata de cálculos con fines ilustrativos, suponiendo cierta constancia en la inversión y una rentabilidad que ha de mantenerse en el tiempo, pero sirven para hacerse una idea de las ventajas de invertir a largo plazo siempre y cuando se eviten ciertos errores. Estos son algunos de ellos:

Si es una inversión a largo plazo, separa únicamente el dinero que creas que no vas a necesitar. Evitarás tener que sacar parte de tu inversión y así tendrá más sentido el largo plazo. Cuanto más dinero, mayor será lo que generes en intereses. Haz aportaciones periódicas (en este caso serían los 350 al mes): de esta manera evitarás entrar en el mercado en los peores momentos. Es casi tan improbable como la lotería que demos con el punto más bajo del mercado para entrar. No inviertas en cosas que no entiendas: Una de las principales máximas del multimillonario inversor Warren Buffett es no invertir en negocios que no entienda. En tu caso, es extensible a productos de inversión que no comprendas. Los mejores productos no suelen ser los más vendidos. Infórmate más allá de la sucursal de tu banco y busca también entre las pequeñas boutiques de fondos. Paga una comisión elevada solo si el gestor la merece. Aquí tienes, por ejemplo, los fondos más baratos para invertir en bolsa española. Evita vender cuando el mercado cae: los gestores profesionales hacen liquidez cuando un activo (la bolsa, etc¿) empieza a estar caro y aprovechan las caídas del mercado para comprar barato. Parece una obviedad, pero los flujos de fondos de inversión demuestran que el inversor español, por lo general, tiende a vender cuando todo cae. Si no estás contento con el fondo o plan de pensiones en el que inviertes no vendas: Cámbialo, pero no vendas. Recuerda que tanto los fondos de inversión como los planes de pensiones te permiten traspasar tu ahorro de uno a otro sin dejarte por el camino parte de las ganancias en Hacienda. Solo cuando saques tu ahorro (o parte) tendrás que tributar por las plusvalías.

Si quieres hacer tus propios cálculos de cuánto podrías obtener invirtiendo a largo plazo, según tu perfil inversor y lo que puedas ahorrar cada mes, puedes hacerlo con esta herramienta de Invertia y Finect.

 

¿Cuánto puedo ganar invirtiendo a largo plazo?: