Por Selfbank
Por explicarlo de forma simple, es un ratio de sharpe ajustado. El ratio de sharpe, recordemos, es la diferencia entre la rentabilidad de la cartera menos la rentabilidad de un activo libre de riesgo, dividido entre la desviación estándar (volatilidad). En el cálculo de volatilidad se tienen en cuenta las variaciones positivas y negativas.
El ratio de sortino por su parte tiene el mismo denominador, y en cambio considera sólo la volatilidad negativa (es decir, las bajadas).
Como hemos visto, es muy similar a la del ratio de sharpe.
La fórmula es la siguiente:
Ratio de Sortino = (Rentabilidad media de la cartera ¿ Rentabilidad media de una cartera de activos libres de riesgo) / Desviación estándar de las bajadas (rendimiento negativos).
Cómo se interpreta
El racional del ratio sería cuánta rentabilidad esperamos obtener en función del riesgo de caídas que tiene nuestra inversión. Es más exigente que el ratio de sharpe, puesto que la desviación de las subidas no se tiene en cuenta.
Ejemplos prácticos
Supongamos que tenemos una cartera con 5 activos que tienen una rentabilidad media en el último año del 10%. La rentabilidad de un activo libre de riesgo, pongamos un bono alemán, ha generado un 5%, y la volatilidad de la cartera (desviación estándar) ha sido del 6%. Finalmente, la dispersión de las caídas ha sido de un 7%.
Si calculamos el ratio de sharpe tenemos: 10%-5% / 6%=0,83
En cambio, si calculamos el ratio de sortino, como las bajadas han tenido una dispersión más alta que la desviación estándar total, el ratio empeora.
Vamos a verlo:
Ratio de sortino: 10%-5% / 7%=0,71
En conclusión, pese a que posiblemente sea menos conocido que el ratio de sharpe, que se utiliza muy habitualmente, puede ser una alternativa interesante, sobre todo para aquellos inversores con más aversión al riesgo.