El sindicato apunta que solo en 2016 las pensiones perdieron un 1,3 % de poder adquisitivo -subieron un 0,25 % y la inflación terminó el ejercicio en el 1,6 %- y acumulan una pérdida del 3,5 % desde 2013.
Según un estudio elaborado por UGT, "las pensiones en 2022 habrán perdido un 9,5 % de poder compra, provocando un aumento de los pensionistas pobres", por lo que reclamarán la derogación de la reforma en las marchas que se desarrollarán entre el 30 de septiembre y el 9 de octubre.
El sindicato pide al Gobierno que aumente las pensiones en línea con la inflación y que introduzca una cláusula de revisión para garantizar ese alza en caso de desviación.
El objetivo, defiende, es mantener un sistema público de pensiones "eficaz y eficiente" que garantice la viabilidad del modelo.