Por Sergio Puente, analista de XTB

Lejos de haber finalizado la reestructuración bancaria en nuestro país, las grandes entidades siguen inmersos en cambios profundos, sobre todo en su división inmobiliaria.  Si hace unas semanas conocíamos la venta por parte del Banco Santander a Blackstone de un total de 30.000 millones de activos tóxicos, parece que ahora es el turno de BBVA. Según los últimos rumores sería el fondo estadounidense Cerberus el interesado en hacerse con 2.000 millones de euros de este tipo de activos de la entidad vasca.

Este aligeramiento de negocio podría dar alas a las acciones de BBVA en bolsa, que se encuentran atascadas entre los 7,15 y 7,90 euros desde finales de abril. Estos precios coinciden, así mismo, con los retrocesos 61,8 y 50 de Fibonacci del último impulso bajista y están actuando como zonas de soporte y resistencia en el largo plazo. 

Sin embargo, las medias móviles de largo (100 sesiones) y corto plazo (20 sesiones) se encuentran también ya claramente dentro de dicho canal lateral y están actuando como zona clave de soporte interno de los precios de la entidad. El hecho, además, de que no se haya producido el corte entre las mismas, indica que la tendencia lateral podría continuar unas jornadas más.  De este modo, tras asentarse en la media de corto plazo, es presumible pensar que los títulos de BBVA puedan buscar nuevamente la parte alta del canal, en el entorno de los 7,80 euros.

De perforar ambas medias, BBVA podría buscar un nuevo rebote en el retroceso 50 de Fibonacci y en la parte baja del canal lateral mencionado. Sin embargo, una ruptura de dichos niveles no indicaría un cambio de tendencia a no ser que se perdieran definitivamente los 7,14. En este caso estaríamos hablando de una perspectiva negativa y supondría la salida de una posible operativa alcista.