La compra de una casa no termina en lo que nos piden por ella. Es más, ese es el comienzo. A su precio se añaden los impuestos ligados a la compra. Pero luego llegan otros, unos se abonan una vez y otros, todos los años. Son una fuente de ingresos para todas las Administraciones: estatal, autonómica y ayuntamientos.

Si decides comprar un solar y ser auto promotor, tampoco te libras de ellos. Y hay algunos puntos que no debes olvidar.

El primer paso es comprar el terreno, la parcela donde se va a construir la vivienda. Si la compra se hace a un particular se paga Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que depende de cada comunidad autónoma y que en las más baratas es del 6%, pero en otras puede alcanzar el 10%.

Pero si la propiedad es de una empresa, paga IVA del 21% y la parte correspondiente del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, que varía en función de cada comunidad autónoma. También hay que añadir los costes notariales y los de registro.

Y seguimos:

 Esto para empezar. Si se ha pedido un préstamo promotor hay que pagar los gastos financieros del mismo y ya depende de lo negociado con la entidad financiera.

Terminada la obra, esperemos que, en tiempo y forma, llega la licencia de primera ocupación para que pueda habitarse y dar de alta todos los suministros. Y claro, inscribir la vivienda en el Registro de la Propiedad.

Y una vez que sea propietario, queda por pagar, y éste es para siempre, el Impuestos de Bienes Inmuebles (IBI), que el ayuntamiento enviará en función del valor catastral asignado a la vivienda. Y si fuera un municipio con tasa de basuras, pues también

Dicho eso, la casa se ha hecho a medida. Pero por el camino, según datos del sector, ha ido pagando impuestos y trámites que sumados pueden elevar alrededor de un 25% el precio final de la vivienda. En este porcentaje se tiene en cuenta también todos los tributos pagados desde la compra terreno y el proceso constructivo.

FORO CONSULTORES INMOBILIARIOS (www.foroconsultores.com)