PUNTOS
Los puntos sirven para medir cantidades que no son porcentuales, es decir, números enteros. En esta categoría se incluyen los puntos de un índice bursátil, como podrían ser los casi 10.200 puntos en los que se mueve actualmente el Ibex 35.
PUNTOS PORCENTUALES
Lo anterior no impide que, en algunas ocasiones, por simplificar, se use el término puntos de forma aislada para referirse en realidad a puntos porcentuales, que son la forma natural de nombrar un porcentaje haciendo referencia también a sus decimales. Este uso se aprecia en la lectura de tipos de interés de bonos o la cota en la que se mueve el Euríbor.
Los puntos porcentuales son especialmente empleados para medir la subida o bajada de un índice de Bolsa, el precio de una acción u otro activo de inversión con respecto a la sesión anterior o para un periodo de tiempo determinado. Esto permite conocer la evolución del mismo sin tener por qué saber cuáles fueron sus cotas de cotización inicial y final. Por esto mismo, los porcentajes se usan también para medir la rentabilidad (positiva o negativa) acumulada por una cartera, índice o activo en un periodo concreto: diario, semanal, mensual, lo que va de año (YTD, por sus siglas en inglés), un año, etc.
PUNTOS BÁSICOS
Los puntos básicos son una segunda lectura para los porcentajes, frecuentemente abreviados por las siglas pb. Con este método, el porcentaje se denomina en centésimas y su amplio uso en finanzas procede de la mayor facilidad para el ajuste de comparaciones. En este sentido, se podría decir que la rentabilidad del bono español ronda actualmente los 160 puntos básicos, pues se sitúa en las proximidades del 1,60%.
La comparativa entre dos porcentajes, cuando esta es una resta directa, siempre resulta en puntos porcentuales o básicos, más frecuentemente expresados de la segunda manera y nunca en números redondos. Así, la prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad que ofrece un bono concreto y su comparable de referencia (como el tres años catalán y el español, o el diez años español y el bund alemán), se mide habitualmente en puntos básicos. La difusión que ha alcanzado este diferencial en los últimos tiempos hace que prácticamente se establezca una conexión directa con esta forma de medida, según recuerda Victoria Torre, responsable de desarrollo de contenidos, productos y servicios en Self Bank.
ENTEROS
La expresión puntos enteros es otra forma, cada vez menos utilizada, de denominar a las cantidades que no son porcentuales ni diferencia entre dos porcentajes. Su uso se reserva en la actualidad fundamentalmente para hablar de los tramos existentes entre dos puntos de cotización de un mismo índice, especialmente en lo que se refiere al análisis técnico y los puntos pendientes hasta el alcance de un soporte o resistencia. También se usan en la negociación de contratos por diferencia (CFD) y otros derivados.
Sin embargo, más allá de esta acepción actual, los enteros formaron parte del lenguaje más cotidiano de los agentes de Cambio y Bolsa hasta la digitalización del parqué madrileño. Domingo García Coto, director del Servicio de Estudios de BME con cuya ayuda ha contado INVERTIA para la redacción de este artículo, recuerda que los enteros marcaban la revalorización que en una sesión había tenido una acción.
Hasta el cierre del año 1988, momento a partir del cual se fue implementando la contratación electrónica, ¿los precios en Bolsa se expresaban no en moneda (euros, libras, pesetas...) sino en porcentajes sobre el valor nominal de cada acción¿. García Coto explica que ¿cada punto de ese porcentaje se denominaba entero¿. Así, por ejemplo, si el nominal de una acción era de 500 pesetas y su precio del 100% de este valor, se decía que era de 100 enteros. En una sesión negociadora, si subía al 102% sobre el nominal, se decía que subía 2 enteros, lo que equivalía a un precio de 510 pesetas.