Tener una propiedad genera gastos. El tiempo es oro, y si estás intentando vender o alquilar tu vivienda, todavía más. Las técnicas van evolucionando y una de ellas es el ¿home staging¿. Este término define cómo cambiar una casa para que guste más a los posibles compradores o inquilinos, tratando de gastar poco.

Ya hay muchas empresas que se dedican a esto, que no supone hacer reformas. Simplemente implica cambios que se ven estéticamente y hacen que la vivienda entre por los ojos.  En definitiva, se trata de organizar las estancias, adaptando la decoración y la imagen de la vivienda, creando una casa neutra con espacios despejados, ordenados y bien iluminados. Olvidarse de los muebles que estorban, quitar recuerdos de la abuela y objetos muy personales.

También implica pintar la vivienda y hacer pequeñas reparaciones. Sobre todo, las que son fáciles, suponen poco coste y evitan una mala impresión. Por ejemplo, manchas de humedad, desconchones, grifos que gotean y cosas de este tipo. La limpieza y el orden también son importantes.

 

¿Hasta qué punto es eficaz el home staging?

No solo está enfocado a particulares. Las agencias también lo utilizan, y el objetivo está claro: acelerar la venta y el alquiler de viviendas. Aseguran los expertos que se puede alquilar una vivienda en menos de 15 días. Parece que el sistema funciona.

Incluso las técnicas de venta de home staging aumentan el precio de la inmueble, incremento que puede llegar al 20%, o permiten mantener el precio de la operación sin negociación a la baja.

 

Se acelera el proceso y se aumenta la ganancia, ¿cómo?

Renovar la cara visible de la vivienda sin grandes complicaciones. Hacer la vivienda atractiva para un público heterogéneo. Que al comprador potencial le sea más fácil imaginar que ese espacio será su futuro hogar. Presentar fotos más atractivas que permitan mostrar todo su potencial, acentuar sus fortalezas y minimizar las debilidades. Esto supone un aumento de visualizaciones. Lo cual se traduce en más visitas, más ofertas y más oportunidades de encontrar inquilino o comprador.

 

¿Merece la pena hacer un gasto en un inmueble del que te vas a desprender o que vas a alquilar?  No sólo hay que considerar el gasto, sino la posible ganancia derivada de un precio de venta final más alto o de la rapidez en conseguir inquilino y a mejor precio.

 Este tipo de técnicas lleva tiempo en el sector inmobiliario. Se desarrolló simultáneamente en EEUU, Australia y Canadá en la década de los setenta. Posteriormente, en los años noventa, se expandió a Inglaterra, y después a los países nórdicos, Bélgica, Holanda y Francia. 

 

FORO CONSULTORES INMOBILIARIOS (www.foroconsultores.com)