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Mis finanzas

¿Es posible mejorar las baterías de nuestros dispositivos?

Cada vez es más evidente: los combustibles fósiles tienen los días contados, y no porque se agoten, sino porqué serán superados por las baterías. Se seguirán empleando el gas y el petróleo, al igual que todavía se quema carbón, pero ya nada será igual, su consumo quedará reducido a la industria y a usos residuales.

19 octubre, 2017 15:01

TESLA y sus baterías

Recientemente Tesla superó en valoración a Ford y a General Motors en bolsa. Su mega factoría de baterías en Nevada estará a pleno funcionamiento en 2020 y será capaz de producir el equivalente al total de la producción mundial de baterías en 2013. Tesla tiene previsto abrir otra giga factoría más en Europa y España está dentro de los países candidatos. Su división de tejados solares, Solar City también va viento en popa. Este aumento en la producción conseguirá el ansiado efecto de reducir los costes de producción y bajar el precio.

Por su parte los fabricantes alemanes y japoneses de automóviles ya se han puesto manos a la obra y nos prometen un futuro eléctrico en tan solo tres años. IKEA acaba de anunciar que pondrá a la venta sus baterías para el hogar, al igual que hace la empresa de Elon Musk. Y varios países europeos prohibirán la circulación de vehículos de combustión interna en unos 10 años.

Pequeños avances 

Sin embargo, las baterías de nuestros móviles apenas han cambiado en las últimas dos décadas. Tras veinticinco años en el mercado, las baterías de iones de litio se han perfeccionado al máximo, pero ya no dan más de sí. Las baterías actuales tienen muchos inconvenientes que las limitan: cargan lentamente, su vida útil es muy corta y son pesadas, demasiado pesadas.

Aunque sí es cierto que la tecnología de las baterías avanza cada año: los fabricantes son capaces de conseguir entre un 2% y un 5% más de carga para un mismo volumen y peso gracias a pequeñas mejoras en la formulación o el diseño del cátodo, del ánodo o el uso de diferentes electrolitos. Pero la mejora en la autonomía de dispositivos electrónicos se debe fundamentalmente a una mayor eficiencia en los procesadores y en las pantallas, no por las baterías. Lo cierto es que si lo que buscamos es una nueva tecnología capaz de cambiar el mundo, de dar un salto significativo en capacidad y velocidad de carga, todavía no lo hemos conseguido.

Baterías en estado sólido

No obstante, se están probando nuevos materiales, como el uso de óxido de silicio y el litio en los ánodos, en lugar del grafito y con los óxidos de cobalto y níquel para los cátodos. Igualmente se ha producido un avance muy interesante al incorporar un electrolito sólido en vez de uno líquido en las baterías de litio, que sigue siendo el material más interesante a día de hoy.

Recordemos que el electrolito líquido que se emplea en la actualidad es muy inflamable, y es el responsable de las imágenes de dispositivos ardiendo por combustión espontánea. Esto se evitaría con la creación de un electrolito en estado sólido: las baterías serían más seguras, su capacidad aumentaría significativamente y la recarga sería más rápida, pero a día de hoy ningún material sólido resulta tan efectivo como un electrolito líquido para conducir iones. Todo señala al grafeno como posible motor de cambio, se le considera el material del futuro y los trabajos que se llevan a cabo en su investigación gozan de grandes inyecciones de financiación.

El mundo necesita nuevas baterías que acaben con la era de los combustibles fósiles y con la importancia del petróleo en el mundo.  El acceso a la energía será ubicuo, el Sol no sabe de fronteras.

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