Artículo en blog de Alquiler Seguro
¿Qué es?En los últimos años, hay inquilinos que, por diferentes motivos, deciden realquilar una parte de la vivienda en la que viven de alquiler. De esta manera el subarrendatario se convierte en inquilino del inquilino y el primer arrendatario del inmueble se convierte en arrendador de la persona a la que se ha alquilado un espacio de la casa. Esta situación, se suele dar, principalmente, en hogares donde viven estudiantes o en pisos donde vive solo una persona.
El subalquiler de habitaciones es una práctica legal, pero si existe la aprobación del propietario del inmueble, según se establece en el artículo 8 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). En caso de que el arrendador acepte, el primer inquilino tendrá que hacer un contrato a cada una de las personas que subarriende la habitación, especificando la zona que se ha cedido y las normas existentes en esa vivienda de alquiler. Además, es necesario que aparezca la cuantía a pagar, que nunca puede ser mayor a la totalidad de la renta existente, y el tiempo que se prolongará, que no puede superar la duración del arrendamiento pactado en el primer contrato con la propiedad.
El propietario, ¿se puede negar?Como es normal, para no perder el control de la vivienda, el arrendador puede negarse a que esta práctica se lleve a cabo en su vivienda. Para que el inquilino no pueda subalquilar habitaciones, solo tiene que incluir una cláusula en el contrato de arrendamiento donde se indique la prohibición de realizar esta acción. En caso de que este punto aparezca en el documento que regula el alquiler y, aun así, lo hagas, estarás incoando en un incumplimiento del contrato y el casero podrá rescindirlo.
Aunque en un principio puedas pensar que subalquilar habitaciones es una buena opción para compartir gastos, para quitarte de complicaciones; la mejor manera es incluir a la nueva persona en el contrato de alquiler. Además, de esta manera, en caso de impago, no tendrás que responder por el moroso.