Cerca de una cuarta parte de las firmas europeas de inversión aún no ha decidido cómo llevará a cargo el reparto de costes, según datos recogidos por una encuesta de CFA Institute. El porcentaje es considerable y se dispara al 25% entre firmas con menos de 1.000 millones de euros bajo gestión, pequeñas sociedades en su mayoría cuya aparición propició la primera oleada de MiFID, si bien en España el mercado sigue dominado sin discusión por los grandes bancos nacionales.

El hecho de que las grandes gestoras internacionales hayan anunciado que absorberán los costes de análisis, sin repercusión a los clientes, hace que el cobro directo por el que según el informe se inclinan un 22% de las firmas de menor tamaño las coloque en desventaja competitiva. En términos agregados, el estudio señala que un 53% de la industria se muestra determinado a asumir el coste en sus cuentas de resultados como un gasto corriente más, frente a un 15% que se decanta por trasladarlo a sus clientes como coste operativo separado de los de ejecución. Los porcentajes se van, respectivamente, al 67% y 9% en el caso de los grandes jugadores del mercado.

Los modelos intermedios, que se suponen más en la línea de lo deseable por los promotores de esta reforma normativa, quedan relegados a una presencia testimonial a la espera de que los indecisos se pronuncien. La encuesta de la consultora global refleja que solo un 12% de las gestoras operativas en Europa se plantean una atribución mixta. De las grandes firmas, un 8% se inclina por repartir costes, mientras que únicamente un 11% de las sociedades de menor tamaño eligen este sistema, pensado en principio como un modo de que la gestora se responsabilice de los costes necesarios para el análisis del conjunto de sus posiciones y estrategias, mientras que los partícipes de cada producto corran con los costes de análisis más específicos.

La tendencia dominante de absorber estos costes se atribuye tanto a la pauta marcada por las presiones competitivas como al hecho de que el establecimiento de repartos con clientes, y previamente de la consecución de acuerdos sobre presupuesto a emplear, ¿resulta más oneroso desde el punto de vista operativo¿. Además, la investigación señala que imputar los gastos de investigación a la cuenta de ganancias y pérdidas ¿también puede conferir ciertas ventajas fiscales¿.

A falta de que una parte considerable de las pequeñas gestoras tomen una decisión al respecto, la desventaja competitiva a la que se apunta frente a las grandes firmas de la industria ¿podría desviar más mandatos de inversión hacia gestores más grandes¿, así como impulsar ¿una mayor consolidación en la industria¿ de forma que los costes asumidos tengan un menor impacto sobre el balance de la empresa de inversión.

Por lo que se refiere a las fuentes que los gestores usarán una vez se implante MiFID II en su totalidad en cada país, los bancos de inversión resultan los más perjudicados por el cambio normativo. En este sentido, un 78% de los encuestados considera que reducirá el uso de los informes emitidos por estas instituciones, mientras que solo un 2% prevé incrementar su recurrencia a este material. En línea con la tendencia del ahorro de costes y la eliminación de comisiones añadidas a los clientes, un 44% asegura un mayor empleo de recursos propios de análisis.

LOS MERCADOS DE LA UE CONTIENEN EL ALIENTO ANTE LA ENTRADA EN VIGOR DE MIFID II