La más simple se observa en las pensiones medias. Según los últimos datos de la Seguridad Social, la pensión media de las mujeres se sitúa en los 729,52 euros, cifra que en el caso concreto de las de jubilación alcanza los 801,22 euros. En los hombres, estas cantidades ascienden a 1.152,55 euros y 1.250,5 euros, respectivamente. Es decir, las pensiones de los hombres superan en casi un 60% a las de las mujeres.

Pero hay otros datos que evidencian hasta qué punto la diferente realidad laboral y salarial de los hombres y las mujeres se traslada a las pensiones. Según los datos de la Seguridad Social, actualmente hay en España 5,902 millones de pensiones de jubilación, que son las más numerosas del sistema al representar el 61,5% de los 9,59 millones de pensiones existentes.

Un análisis de esas pensiones de jubilación por tramos de cuantía y por género lanza una considerable dosis de realidad. La visión general muestra que hay más pensiones de jubilación cobradas por hombres -3,668 millones- que por mujeres -2,233 millones-. Es decir, la proporción total es de 1,6 a 1.

A partir de este panorama general, los detalles hablan a gritos. Con los datos de la Seguridad Social, en España hay 821.966 jubilaciones de hasta 500 euros. De ese total, el 77% corresponde a mujeres. O lo que es lo mismo, hay más del triple de mujeres cobrando una pensión de jubilación en este tramo que hombres.

A partir de los 500 euros, y segmentando las cuantías en franjas de 500 euros, las mujeres pasan a estar en clara minoría. Entre los 500 y los 1.000 euros, hay 1,52 millones de pensiones de jubilación cobradas por hombres y 1,1 millones cobradas por mujeres.

Combinando estos dos bloques, que se quedan justo por debajo de la pensión media de jubilación, situada ahora en 1.080 euros, se obtiene que hay 1,738 millones de mujeres jubiladas que cobran hasta 1.000 euros. Teniendo en cuenta que hay 2,23 millones de mujeres con una pensión de jubilación, la conclusión es que el 78% de las pensiones de jubilación que van al bolsillo de las mujeres se encuentra por debajo de la media. O lo que es lo mismo, casi 8 de cada 10 pensiones de jubilación femeninas se quedan en 1.000 euros o menos.  

DIFERENCIAS CRECIENTES

Esta proporción desemboca en que la brecha se amplíe en los siguientes tramos. Entre 1.000 y 1.500 euros hay 3,6 pensiones de jubilación masculinas por cada jubilación femenina: 828.313 frente a 226.833. Y entre 1.500 y 2.000 euros, la proporción crece a 3,8 a 1: 485.561 frente a 127.996.

Aunque donde de verdad se dispara es por encima de los 2.000 euros. Es decir, en las pensiones de jubilación `top¿. De las 783.197 pensiones que recoge la Seguridad Social más allá de ese importe, el 82% corresponde a hombres y tan sólo el 18% a mujeres. Una proporción de 4,6 a 1.

Estas diferencias se `heredan¿ de las diferentes vidas laborales y salariales existentes entre los hombres y las mujeres. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2016 el salario bruto medio de las mujeres se situó en los 1.661 euros, frente a los 2.075 euros de los hombres. Y todavía más: el 28,5% de las mujeres cobraba 1.000 euros o menos, frente al 12,3% de los hombres, en tanto que el 34,6% de los hombres ganaba más de 2.137 euros, frente al 24,9% de las mujeres. Es decir, más mujeres que hombres en los salarios más bajos y justo al revés en los más altos, una realidad que se proyecta a las pensiones.

Por este motivo, en su reciente informe sobre la situación de las pensiones en Europa, la Comisión Europea incluye entre los consejos que propone a España la puesta en marcha de distintas medidas que ayuden a reducir la brecha de género existente en este terreno, y que se traduce por ejemplo en que el riesgo de pobreza o exclusión social por encima de los 65 años alcanza el 14,9% en el caso de las mujeres, frente al 13,8% de los hombres.

Entre sus recomendaciones, la Comisión menciona las de ¿garantizar el acceso de las mujeres a todos los niveles de educación; mejorar las medidas para conciliar el trabajo y la vida familiar; aumentar la oferta pública de servicios para el cuidado de niños desde el nacimiento hasta los 3 años de edad; y remuneración para el cuidado de miembros de la familia¿.

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