Benjamin Graham, padre del value investing (inversión en valor), decía que ¿el peor enemigo del inversor es probablemente él mismo¿. A la hora de invertir se toman decisiones racionales, pero también emocionales. La economía conductal (behavioural finance, en inglés) se encarga de analizar este tipo de decisiones.
Richard Thaler, último premio Nobel de Economía, es uno de los grandes expertos en esta matería. De hecho, es conocido por su `teoría del empujón¿ en la que indaga en los mecanismos que hay detrás de la toma de decisiones de los inversores, que no siempre son del todo racionales.
La gestora de fondos de inversión Capital Group se preguntaba en un reciente artículo ¿¿Qué pueden aprender los inversores del ganador del premio Nobel?¿. Estos expertos señalan que la investigación de Thaler es clave para comprender la economía y las finanzas desde el punto de vista de cómo se comportan realmente las personas.
Tres consejos de premio Nobel para los inversoresLos consejos que pueden extraer los inversores del último premio Nobel de economía son tres:
El sesgo de los inversores, más dispuestos a vender o a comprar, puede afectar el comportamiento del mercado bursátil, según los expertos. Una situación puntual que puede acabar generando movimientos extremos y variados en los precios de las acciones.
Obsesión por el corto plazoLos inversores que se enfocan demasiado en el corto plazo pueden perder oportunidades, según el enfoque de Thaler. Los expertos destacan que ¿los horizontes largos de inversión importan¿ y ¿los inversores que se centran en el corto plazo pierden esas oportunidades¿.
¿Las acciones reaccionan de manera diferente a las noticias¿, avisan. Según señalan, ¿se necesita experiencia en análisis e inversión para analizar cómo podrían reaccionar los valores¿. Así, la misma información puede tener diferente incidencia en una u otra acción.
En resumen, tres trucos del último premio Nobel de Economía, Richard Thaler, para aplicar en el día a día de las inversiones. Unos sencillos consejos que pueden evitar más de un disgusto si nos dejamos llevar por nuestras emociones.
Artículo publicado en Popcoin (Bankinter)