Escrito por Pablo G. Bejerano en blog thinkbig
La movilidad eléctrica ha dado pasos de gigante en China durante los últimos años. La adopción de vehículos propulsados por motores que no lanzan emisiones está siendo vertiginosa en el país asiático. Prueba de ello son los 16.000 autobuses eléctricos que la ciudad de Shenzhenha puesto en circulación en sus calles.
Detrás de este despliegue visible se encuentra una operación de mayor envergadura. El número de autobuses eléctricos en China sería ya de 300.000 en 2016, si se atiende a un informe elaborado por la Agencia Internacional de Energía. Esta información combina bien con los datos de Bloomberg New Energy Finance, que indican que, cada cinco semanas, las ciudades chinas añaden 9.500 vehículos de cero emisiones. Entre ellos hay, evidentemente, coches e incluso motos, como parte del fomento de movilidad eléctrica.
Pero centrándonos en los autobuses eléctricos en China, Bloomberg ofrece una orientación: representan el 17% de la flota del país. Y en el gigante asiático hay muchos autobuses. Por eso también se estima que el 99% de los autobuses eléctricos del mundo están en China. Son cifras apabullantes. Tanto que no pueden dejar de influir en el consumo mundial de petróleo.
Desde Bloomberg calculan que en estos momentos los autobuses eléctricos en China están ahorrando a las ciudades hasta 279.000 barriles diarios. Y, de paso, una buena cantidad de emisiones en las urbes.
El cálculo se realiza de la siguiente manera. Bloomberg señala que por cada 1.000 autobuses con batería se ahorrarían 500 barriles al día de combustible. A partir de ahí se aplican las multiplicaciones, con los datos que tenga la firma analista.
Lo que sí es público son las previsiones de las autoridades chinas en esta materia. Prevén que para 2025 haya 1,2 millones de autobuses eléctricos en el país. Teniendo en cuenta que en 2016 se consumieron 97 millones de barriles de petróleo al día, los autobuses de China ya representan un descenso en el consumo mundial de combustible diariamente. Pero las cifras mejoran si se proyectan.
Tomando como referencia 2016, al año se consumían 35.244 millones de barriles. Según cálculos procedentes del experimento en Shenzhen, los 1,2 millones de autobuses eléctricos de 2025 ahorrarán 194 millones de barriles al año. Comparando ambas cifras se llega a la conclusión de que estos vehículos reducirán el consumo de petróleo en un 0,5%. Evidentemente, se trata de una estimación que no tiene en cuenta posibles aumentos en el consumo global. Hay muchas otras variantes que también quedan fuera de la ecuación pero la estimación sirve como punto de referencia.