No obstante, esta equiparación depende de la zona en el que esté ubicado y atiende a factores como el grado de ocupación o la tributación del mismo.
Así, por ejemplo, un piso turístico en Madrid tiene que estar un total de 18 noches alquilado (60% de ocupación), mientras que en Barcelona la ocupación tiene que oscilar entre las 15 y las 18 noches (50%).
Para medir la rentabilidad de una vivienda, según la modalidad del alquiler, "es necesario tener en cuenta diferentes parámetros como los ingresos, suministros y tributaciones, la ocupación o la ubicación".
En esta línea, Alquiler Seguro ha hecho hincapié en que los gastos son "más elevados" en los inmuebles turísticos, porque el pago de algunos servicios como la luz, el agua o el WiFi corren a cargo del propietario, mientras que en el residencial los asume el inquilino.
Además, en el apartado de los impuestos, el arrendador de un inmueble destinado al alquiler residencial puede desgravarse hasta el 60% de las tributaciones, mientras que en el turístico no.
Alquiler Seguro también recuerda que la ocupación de viviendas destinadas al alquiler turístico es variable y que en la mayoría de los casos, los días más proclives para la ocupación son los viernes, sábados, domingos y lunes, mientras que es "sensiblemente más baja" los martes, miércoles y jueves.
El consejero delegado de Alquiler Seguro, Antonio Carroza, ha resaltado que si la ocupación es menor del 60% "esta modalidad de alquiler no es rentable", aunque depende del lugar, ya que en algunos llega a situarse en el 80%.
"Conseguir estos porcentajes de ocupación significa que la vivienda tiene que estar ocupada casi todas las noches del mes y llegar a conseguirlo no es una tarea sencilla en la mayoría de los distritos", según ha explicado Carroza.
Las diferencias existentes entre las diferentes zonas de las ciudades de Madrid y Barcelona muestran como "la posibilidad de que la rentabilidad del alquiler turístico se equipare o iguale al residencial se centra en lugares con una gran concentración turística", mientras que en el resto de barrios menos turísticos los propietarios siguen apostando por el alquiler residencial.