El euríbor a 12 meses sigue avisando de sus intenciones. Y sus intenciones no son otras que las de ir caminando poco a poco hacia terreno positivo. Muy poco a poco. Así lo revela el hecho de que en junio va a cerrar su tercer mes al alza consecutivo, algo que no se veía desde 2013, pero que en estos tres meses apenas ha repuntado desde el -0,191% hasta el -0,181% o el -0,182% en el que se situará su media de junio -el dato final dependerá del que se conocerá este viernes-. Es decir, apenas nada.  

Esta doble realidad, consistente en permanecer aún durante una temporada en zona de mínimos históricos por mucho que vaya subiendo de manera gradual, encaja con las `órdenes¿ que ha recibido del Banco Central Europeo (BCE). En su reunión de política monetaria de junio, la entidad presidida por Mario Draghi ha dejado claro que no tiene ninguna prisa a la hora de ir normalizando las condiciones monetarias en la Eurozona. Primero, a finales de este año, finalizará su programa de compras en el mercado; y luego, en septiembre u octubre de 2019 comenzará ya a subir los tipos de interés.  

Con este calendario ya sobre la mesa, que pone fecha tentativa al repunte de los tipos, el euríbor a 12 meses tiene marcado el terreno para ir protagonizando esa paulatina ascensión. Sin menospreciar los extraordinarios niveles en los que se encuentra, puesto que está en negativo desde comienzos de 2016 cuando su media histórica se sitúa en el 2,1%. Es decir, sigue en zona de mínimos históricos y muy por debajo de donde solía moverse, pero es que tampoco, hasta marzo de 2016, los tipos de interés oficiales habían estado antes en el 0%, con los de la facilidad de depósito en el -0,40%.  

CUOTAS CASI SIN CAMBIOS

El repunte de junio se traducirá en pocos cambios en las revisiones hipotecarias que lo tomen como referencia. Para una hipoteca de 150.000 euros a 20 años con un diferencial de un punto porcentual sobre el euríbor, la media de junio apenas permitirá un ahorro de dos euros al mes. En el caso de las revisiones semestrales, reflejarán un incremento de un euro al mes.  

Estos cálculos responden precisamente a que el euríbor está volviendo lentamente a los niveles de la segunda mitad de 2018. En cualquier caso, y precisamente porque un préstamo hipotecario es un producto a muy largo plazo y porque la realidad actual del euríbor dista de la que le ha acompañado durante la mayor parte de su historia, conviene hacer números con otros datos.  

Si, por ejemplo, el euríbor regresara al 1%, para una hipoteca de las características mencionadas el encarecimiento alcanzaría los 81 euros al mes -o 972 al año-. Y si retornara a su media histórica del 2,1%, la subida llegaría hasta los 161 euros al mes o 1.932 al año. Y en el caso más extremo alcanzado hasta la fecha, consistente en el 5,39% visto en 2008, el encarecimiento sería de 430 euros al mes o 5.160 euros al año.

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