Verano. Playa. Vacaciones. Y siempre que llega está época, la duda de rigor: ¿qué es mejor, comprar o alquilar una casa para disfrutar de los días de descanso?

Cualquier opción tiene sus pros y contras. Te los contamos desde Foro Consultores.

PROS DE LA COMPRA...

La compra supone tener una propiedad y un lugar donde acudir de vacaciones. A la vez, también se puede alquilar, si es en una ubicación con demanda. Además, si se compra en un buen momento del ciclo inmobiliario, permite obtener plusvalías en el momento de la venta, pero claro, comprando en un ciclo con precios bajos. Eso sí, lo ideal es tener capacidad financiera para hacer frente a la operación sin pedir hipoteca.  

La rentabilidad por alquiler va en ascenso, especialmente si está en zonas con atractivo para extranjeros que pueden alquilarla varios meses del año, sobre todo en invierno, y destinarla al turismo nacional en verano.

Si nos basamos en los datos de Urban Data Analytics, la rentabilidad media en alquiler en las provincias costeras de España se sitúa en el 6,3% y alcanza más del doble en algunos municipios. Si se consideran las plusvalías obtenidas de una venta a los doce meses, se consigue una rentabilidad combinada media de 9,75%. Y, según datos de TecniTasa, el alquiler medio en la costa española es un 3% más caro que el año pasado y un 21% más respecto a 2008.

En este punto, hay dos aspectos importantes que hay que tener en cuenta: la ubicación y la facilidad de acceso o los servicios públicos cercanos con los que cuente. De esta forma se le sacará mayor rendimiento.

¿La vivienda en propiedad permite disfrutar de ella a lo largo de todo el año, alquilarla cuando no se utilice, así como obtener plusvalías en el momento en el que se venda, si el mercado se encuentra en un ciclo alcista¿, comenta Luis Corral, consejero delegado de Foro Consultores.

...Y CONTRAS

Por el contrario, conlleva un desembolso inicial y luego hay que cargar con los gastos fijos durante todo el año. Si la vivienda es de segunda mano, está sujeta al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que oscila entre el 6 y el 10%, dependiendo de cada comunidad autónoma. Si es nueva, lleva IVA, que es del 10%. A esto se unen los gastos de notaría, registro, gestoría, etc.

En cuanto a los gastos fijos, la lista es importante: comunidad de vecinos si el inmueble está dentro de una urbanización, gastos de piscina y jardinería, seguro de la casa, mínimos de luz o agua más el consumo que se haga e Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

Además, la segunda residencia tributa en la declaración de la renta en el apartado de imputación de renta inmobiliaria.  A esto se une, la limitada liquidez de la inversión inmobiliaria.

¿Y EL ALQUILER?

Optar por una vivienda de alquiler en las vacaciones, tiene también muchas ventajas.

Para empezar, proporciona mayor movilidad y permite cambiar de zona de vacaciones cada año. Desembolso puntual y gasto variable. Permite cambiar de casa en función de las necesidades No hay que desembolsar el dinero de la compra No tiene gastos fijos

Por el contrario, con el alquiler no te aseguras todos los años los precios del alquiler y menos en un mercado alcista ni tampoco la disponibilidad

En definitiva, la mejor decisión depende del bolsillo y de los gustos de cada uno, e incluso de edad. Si alguien piensa en su jubilación puede ser una buena inversión. Eso sí, como primer impacto es obvio que la compra supone un desembolso mayor, pero hay que analizar las perspectivas de futuro, el uso previsto y la posible rentabilidad.

FORO CONSULTORES INMOBILIARIOS (www.foroconsultores.com)