El XS y el XS Max son considerados de gama alta y llevan instaladas pantallas de tecnología OLED, introducida en los modelos iPhone X del año pasado y que incrementa el contraste y el brillo con respecto a las pantallas tradicionales LCD.

El XR, por su parte, es una versión con una pantalla LCD más sencilla y un precio más asequible, pues estará disponible a partir de 749 dólares (645 euros), mientras que los otros dos no bajarán de 999 dólares (859 euros) en el caso del XS y de 1.099 dólares (945 euros) en el caso del XS Max.

"Hoy llevamos el iPhone X al siguiente nivel. Os presento el que es, de lejos, el iPhone más avanzado que jamás hayamos creado", aseguró durante la presentación el consejero delegado de Apple, Tim Cook.

Además de tener la mayor pantalla que ha sacado nunca Apple al mercado en un teléfono móvil, el XS Max se convertirá en uno de los dispositivos con la pantalla más grande de la industria, ya que supera incluso al Galaxy Note 9 de Samsung, de 6,4 pulgadas (16,3 centímetros).

Apple ha ampliado el tamaño de las pantallas sin prácticamente aumentar las dimensiones de los teléfonos con respecto a sus predecesores, de manera que, por ejemplo, el iPhone XS, que tiene una de 5,8 pulgadas (14,7 centímetros), igual de grande que el X, es en su conjunto un dispositivo más pequeño.

Los modelos XS y XS Max estarán disponibles en color dorado, plateado y gris a partir del próximo 21 de septiembre en EEUU, mientras que el XR se podrá comprar en varios colores incluyendo blanco, amarillo, azul, rojo y negro a partir de octubre.

En cuanto al resto de novedades, se ha mejorado la reproducción de imágenes mediante las tecnologías Dolby Vision y HDR10, los altavoces tienen una mayor amplitud de sonido estéreo y se ha incrementado la velocidad del sistema de reconocimiento facial introducido el año pasado.

También se ha mejorado la protección ante el agua de manera que los dispositivos no se estropeen incluso si caen a una piscina y se han hecho pruebas con todo tipo de líquidos, "incluso cerveza", apuntó el vicepresidente de Marketing de la compañía, Philip Schiller.

Para los viajeros habituales, Apple ha añadido por vez primera en sus teléfonos la posibilidad de funcionar con más de una tarjeta SIM, algo que ya existía en otros modelos de la industria y que permite operar desde países distintos con dos números de teléfono diferentes (uno por cada país) sin tener que cambiar la tarjeta.

Según la empresa californiana, la batería del iPhone XS tendrá 30 minutos más de duración que la de su predecesor, algo que aumenta hasta 90 minutos adicionales en el caso del XS Max.

En agosto, la compañía de la manzana se convirtió en la primera empresa estadounidense en superar el billón de dólares en capitalización bursátil, propulsada en gran medida por las ventas de teléfonos iPhone, que suponen un 62% del total de los ingresos de la empresa.

El pasado trimestre, Apple vendió iPhones por valor de casi 30.000 millones de dólares, y los analistas predicen que al término de este trimestre en octubre -con los nuevos iPhone ya a la venta-, la compañía presentará ingresos por valor de 61.000 millones.

La compañía también aprovechó el evento de hoy para presentar el Apple Watch Series 4, la última versión de su popular reloj inteligente, que incluye un sensor eléctrico que le permite realizar incluso un electrocardiograma en 30 segundos.

Además, el dispositivo dispone de una pantalla un 30 % más grande que el anterior modelo, y se ha rediseñado el altavoz, que ahora puede alcanzar un volumen "mucho más alto" y que se ha movido de lugar para reducir los efectos del eco. EFECOM

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