Los defensores del estancamiento económico secular y tipos de interés ultrabajos pueden estar ganando seguidores. La inflación no repunta y, como Japón, la ecuación se complica con la longevidad y la baja tasa de natalidad.
Los bancos centrales están acudiendo nuevamente al rescate. La Reserva Federal de EEUU ha anunciado que no habrá subidas este año por las expectativas de un crecimiento económico más débil y el Banco Central Europeo comunicaba recientemente que aplazaba las subidas de tipos y lanzaba un nuevo programa de refinanciación LTRO para que el crédito fluya a entidades financieras y a los consumidores.
Sacar rendimiento a este escenario de inversión, especialmente en renta fija, no es tarea fácil. Pero la diversificación puede ser de gran ayuda, tanto geográfica como sectorial o por calificación crediticia, al seleccionar cuidadosamente las emisiones de forma activa. Esta es la forma en la que Trea Asset Management hace frente a este reto, con su fondo Trea Renta Fija Selección uno de los más rentables de gestoras nacionales, con mayor calificación, de la categoría VDOS de renta fija internacional global. Desde comienzos de año se revaloriza un 3%.
Toma como referencia de gestión el índice Bloomberg Barclays Euroagg 3-5 Year Total Return Index Value Unheadged EUR y su cartera se invierte en activos de renta fija, pública o privada, bien directamente o a través de otras instituciones de inversión colectiva financieras. Centrado en países de la OCDE, la duración media de la cartera del fondo es habitualmente de entre 2 y 5 años, con una exposición a riesgo divisa del 50%.
Sigue un estilo de gestión activa, buscando valor en todo tipo de activos, desde deuda soberana a deuda corporativa, con una amplia diversificación sectorial y la posibilidad de invertir en distintos grados de subordinación. Mantiene una distribución geográfica diversificada, que da cabida a emisores emergentes y de ‘high yield’. También puede tomar riesgo divisa de manera controlada.
La gestora del fondo es Ascensión Gómez. El proceso inversor parte de un análisis macro global, con el objetivo de identificar la parte del ciclo en la que nos encontramos, con atención especial a los indicadores de riesgo. El objetivo es identificar tanto oportunidades, o fortalezas, como debilidades con base en estos indicadores, que cambian continuamente. Por esta razón, la actuación conjunta con el equipo de estrategas macro resulta imprescindible.
A partir de ese punto se identifican las posibles oportunidades de entrada o salida, junto con el equipo de analistas, para estudiar en profundidad los sectores y compañías identificados. Con el resultado del análisis se toman las decisiones de inversión.
Las mayores posiciones en la cartera del fondo incluyen emisiones de Aragón 8 1/4 01/17/27 (4,1%), Cajamar 7 3/4 06/07/27 (3,7%), Bulgarian Energy Holding 4 7/8 08/02/21 (2,9%), CaixaBank 1 1/2 05/10/23 (2,7%) y CaixaBank 1 1/8 01/12/23 (2,6%). Por sector, financiero (31,18%), consumo cíclico (9,02%), ‘utilities’ (8,44%), gobiernos (6,9%), comunicaciones (6,83%) e industrial (6,24%) representan las mayores ponderaciones.
La cartera del fondo muestra una evolución por rentabilidad, que lo sitúa entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2017, batiendo al índice de su categoría durante 2016. A tres años, su volatilidad es del 1,96% y del 2,62% en el último año, en el grupo de los mejores de su categoría por este concepto, en el quintil cinco. En este último periodo, registra una ratio sharpe de -0,26 y un ‘tracking error’, respecto al resto de fondos de su categoría, del 2,86%. La suscripción del fondo requiere una aportación mínima de una participación, cuyo valor liquidativo está en 11,72 euros. Sus partícipes soportan una comisión fija del 0,9% y de depósito de hasta el 0,1%.
De acuerdo con el equipo gestor, estamos en un momento de desaceleración del crecimiento a nivel mundial, con muchos indicadores que señalan un parón mayor que el estimado inicialmente. Además, varios riesgos latentes sobre la mesa, como el asunto del Brexit, la guerra comercial, la crisis del sector de automóviles, el petróleo o la falta de rentabilidad del sector financiero
La actuación de los bancos centrales está dejando a un lado la ortodoxia para actuar con estímulos no tradicionales. A los tipos de interés ultrabajos se unen unos balances en máximos históricos, consecuencia de las compras realizadas en los últimos años. Así, las curvas de gobierno se van a mantener con niveles muy bajos, por lo que la estimación del equipo gestor es que la rentabilidad la podrán obtener a partir de los bonos de empresas privadas.
*Paula Mercado es directora de análisis de VDOS