El sector tecnológico ha formado parte del rebote de mercado de los sectores considerados como cíclicos. Un sector que, tras los cambios del pasado año, se percibe como un poco más defensivo. Aunque las expectativas de menor crecimiento global pueden afectar algo a su comportamiento, continúa siendo válido el argumento de que la mayoría de los negocios necesitarán poner al día sus recursos técnicos, lo que apoyará el crecimiento de las compañías de este sector.

Los balances se muestran sólidos, con gran volumen de efectivo y deuda relativamente baja. Esto permite que las compañías tecnológicas puedan planear fusiones y adquisiciones que podrían impulsar su comportamiento en la bolsa, aunque esto es algo que podría verse retrasado por la incertidumbre respecto a las tensiones comerciales. Además, las compañías tecnológicas han aumentado sus pagos por dividendo, al mismo tiempo que han incrementado sus recompras de acciones.

La categoría VDOS de TMT, de fondos de inversión que invierten en tecnología, se revaloriza un 22,12% desde comienzos de año.

De una selección de los que obtienen la mayor calificación VDOS de cinco estrellas, y denominados en euros el mejor comportamiento, con la menor volatilidad, corresponde a la clase R de distribución en euros de Polar Capital Global Technology con un 25% de rentabilidad. A un año, su revalorización es del 28,2%, con una volatilidad del 22,2%. Su objetivo es conseguir la revalorización del capital a largo plazo con una cartera mundialmente diversificada de sociedades del sector de la tecnología. Está gestionado por un equipo de siete especialistas. La cartera del fondo incluye entre 60 y 85 posiciones seleccionadas con base en un análisis fundamental entre las que se reparte un patrimonio bajo gestión de 38 millones de euros. Toma como referencia para su gestión el índice Dow Jones World Technology. Sus mayores posiciones corresponden a acciones de Microsoft (7,1%), Alphabet (7%), Alibaba (4,1%), Samsung Electronics (2,9%) y Tencent Holdings (2,7%). No es necesaria una inversión mínima para suscribir este fondo, que aplica a sus partícipes una comisión fija del 1,5% y de depósito del 0,03% además de una comisión variable de éxito del 10%. El fondo resulta adecuado para inversores que busquen recibir una renta periódica, lo que supone también que se efectuarán retenciones fiscales al percibirla.

La clase A2 en euros de BGF World Technology obtiene en el año un 22,1% por rentabilidad. A un año, su revalorización es del 26,7% con una volatilidad del 23,51%. Su objetivo es maximizar los beneficios totales, con una inversión global y , como mínimo, un 70% de sus activos totales en acciones ordinarias de empresas cuya actividad económica predominante esté en tecnología. El fondo cuenta con un patrimonio bajo gestión de 1.520 millones de dólares y toma como referencia el índice MSCI World All Country Information Technology net Index in EUR. Sus mayores posiciones corresponden a acciones de Tencent Holdings (4,4%), Microsoft (4,35%), Alphabet Class A (3,58%), Alibaba ADR (3,55%) y Amazon (3,45%). La inversión mínima requerida para suscribir este fondo es de 5.000 dólares, con una comisión fija del 1,5% y de depósito del 0,45%.

De la gestora JP Morgan AM, la clase D de acumulación en euros de JPM US Technology se revaloriza un 32,2% en el año y un 32,9% en los últimos doce meses, con un coste por volatilidad del 27,2%. Su objetivo es proporcionar un crecimiento de capital a largo plazo a través de una inversión focalizada en los sectores de tecnología, medios y telecomunicaciones, de compañías de EEUU. Cuenta con un patrimonio total bajo gestión de 1.007 millones de dólares e incluye entre sus mayores posiciones a Alphabet (3,5%), Salesforce.com (3,2%), Microsoft (3,2%), Synopsys (2,9%) y Analog Devices (2,9%). Con un estilo de gestión growth (crecimiento), toma como referencia para su gestión el índice Russell 1000 Equal Weight Technology Index (Total Return Net). La inversión mínima requerida para la suscripción de este fondo es también de 5.000 dólares a los que aplica una comisión fija del 1,5%.

Entre los factores que podrían afectar positivamente al sector tecnológico, están el aumento de la inversión en tecnología y el incremento de los costes salariales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la competencia global, especialmente de las regiones con bajos costes laborales, podría continuar presionando los márgenes. Además, el aumento de regulación podría afectar a los ingresos y, si las tensiones comerciales aumentaran, podría suponer un incremento de costes para los fabricantes y de precio para los consumidores.

*Paula Mercado es directora de análisis de VDOS

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