Directivas, empleadas, pensionistas… Ninguna se libra de la brecha de género en las remuneraciones. Los hombres siguen cobrando más que las mujeres, sea cual sea el puesto o la ocupación e incluso cuando llega el momento de retirarse.
La escuela de negocio EADA e ICSA Grupo ha elaborado un informe donde señalan que los hombres han ganado de media un 16,1% más que las mujeres en puestos de dirección en España en el último año. No es algo que solo afecte a altos cargos, se da a todos los niveles. En el rango de mandos intermedios las mujeres ganan un 11,3% menos y entre los empleados la diferencia es del 12,4%.
En cuanto a la presencia de mujeres directivas en las empresas, el porcentaje se ha situado en el 16,2%, un 0,8% superior respecto al 2018. Indry Canchila, socia de ICSA Grupo y responsable del informe, considera que la consecución de la igualdad está siendo lenta: “Tardaríamos 20 años en recuperar el ‘gap’ salarial si avanzamos sólo un 0,8% cada año”.
Frente a este problema crónico de igualdad en el ámbito laboral en España, existen tres grandes áreas en las que se puede actuar según los expertos: la personal, a través de la educación y los valores; la empresarial, favoreciendo modelos de gestión adecuados; y en el ámbito político con propuestas legislativas que apoyen la igualdad. En este sentido, Aline Masuda, profesora de EADA Business School, considera que las medidas en políticas de igualdad “responden a la presión social, pero tienen que ser concretas y aplicables como la reciente ampliación del permiso de paternidad”.
La conciliación de la vida laboral, familiar y personal es una de claves para conseguir una igualdad real, pero sigue siendo una asignatura pendiente en España. Según pone de manifiesto el informe de ClosinGap sobre el coste de oportunidad de la brecha de género en conciliación, en 2017 el 22,6% de las mujeres en edad de trabajar abandonó el mercado de trabajo para atender responsabilidades familiares frente al 2,5% de los hombres.
Además, que las mujeres abandonen de forma más frecuente y durante más tiempo el mercado de trabajo tiene consecuencias sobre la pensión de jubilación por sufrir lagunas de cotización en sus carreras. De hecho, existe una importante brecha de género en la cuantía de las presiones, tal y como señala Closingap. El gasto en pensiones es 24.500 millones de euros inferior en mujeres, a pesar de que perciben el 51,6% de las pensiones. El informe elaborado por la organización destaca que la pensión promedio de una mujer es de 740,2 euros, frente a los 1.162,3 de los hombres.
Una de las razones de la persistencia de esta brecha se encuentra en el hecho de que las mujeres aún no generan derecho a acceder a su propia pensión contributiva en la misma proporción que los hombres, y siguen siendo las principales beneficiarias de pensiones no contributivas (65,6% del total en 2018), cuyo importe medio es menor.